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19 de abril de 2024

'Las Bañistas', de Pablo Picasso (1918)

'Las Bañistas', de Pablo Picasso (1918)Museo Thyssen-Bornemisza

Los «diálogos» entre Picasso y Chanel se «escuchan» en el Thyssen

La exposición se enmarca dentro de la celebración del 50 aniversario de la muerte del artista español

El arte de Pablo Picasso y la moda de Coco Chanel, grandes figuras del siglo XX que se inspiraron mutuamente, se muestran en la exposición que abre este martes en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid.
La muestra Picasso/Chanel se enmarca dentro de la celebración del 50 aniversario de la muerte del artista español, nacido en la española Málaga en 1881 y fallecido en la francesa Mougins en 1973, preparada en conjunto por Francia y España, y que incluye más de 40 retrospectivas en todo el mundo.
Desde el martes 11 de octubre hasta el 15 de enero, el público podrá contemplar unas cincuenta prendas de vestir de la modista francesa intercaladas con pinturas y dibujos de Picasso.

Pinturas y vestidos

En las salas «se suceden estimulantes diálogos entre las obras vanguardistas de Pablo Picasso y los innovadores diseños de Chanel», explicó en rueda de prensa Paula Luengo, comisaria de la muestra.
De forma cronológica, una primera parte de la muestra recoge pinturas y vestidos de las primeras décadas del siglo XX que muestran «la influencia que Picasso ejerció sobre la creación de moda de Chanel», indicó Guillermo Solana, director artístico del museo madrileño.
Un abrigo de Chanel confeccionado entre 1918 y 1919 parece emular las tonalidades y las líneas sinuosas de Cabeza de hombre, el cuadro cubista de Picasso de 1913.
En la segunda parte de la muestra, centrada en Olga Khokhlova, primera esposa de Picasso, «el sentido de la influencia cambia», dijo Solana.
En este apartado se puede ver, por ejemplo, un vestido de día de Chanel de 1922, gris con piel blanca en cuello y puños, muy similar al que lleva el personaje del cuadro Arlequín con espejo de 1923.

Influencia y colaboraciones

Las últimas dos partes de la exposición se centran en las ocasiones en las que Chanel y Picasso, que se conocieron en 1917 y tenían muchos amigos en común, colaboraron directamente.
La primera de ellas fue en Antígona, la obra estrenada en Montmarte en diciembre de 1922, en la que Picasso se encargó del decorado y Chanel del vestuario.
Y la segunda, para el ballet El tren azul, con libreto del dramaturgo y novelista francés Jean Cocteau, vestuario de Chanel y el telón decorado con la obra Dos mujeres corriendo por la playa de Picasso.
Estas últimas colaboraciones muestran «este diálogo entre la moda y la pintura, (...) el teatro, la danza y las artes que está en el corazón de las inventivas escenas culturales experimentales del período de entreguerras y que constituyen el objeto mismo de esta exposición», dijo Cécile Debray, presidenta del Museo Picasso de París, que cedió varias piezas a la pinacoteca madrileña.
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