Pocos han dominado la luz y la composición como él. Durante los años 50 y 60 fotografió la empobrecida Hong Kong, después de llegar a Shanghái siendo adolescente en 1949. Sus calles, llenas de vendedores, peones y conductores de tuktuk, fascinaron a Ho. El hacer fotografías en estudio era la norma por aquel entonces, pero Ho estaba más interesado en exponerse a la pura realidad, en pasear las calles para respirarlas y reflejarlas con sinceridad