Roman Abramovic posee una colección de arte de más de 300 cuadros, valorada en mil millones de dólares
La increíble colección de arte de Roman Abramovich
El coleccionismo del oligarca y su exmujer, Dasha Zhukova, incluye cuadros de Lucian Freud, Picasso y del modernismo ruso, y está valorada en más de 900 millones de euros
Hasta ahora, el alcance y la calidad de la colección de arte amasada por Roman Abramovich y Dasha Zhukova no habían salido a la luz pública. A pesar de lo cotilla que es el mundo del arte, sólo se había informado de algunas adquisiciones destacadas, como Supervisora de ganancias durmiendo, de Lucian Freud; La hija del policía, de Paula Rego, y Ama de casa de Beverly Hills, de David Hockney.
Sin embargo, como revelan los Archivos del Oligarca –una filtración del proveedor de servicios financieros extraterritoriales con sede en Chipre MeritServus , analizada en colaboración con la OCCRP y otros medios socios internacionales–, en el espacio de una década el antiguo propietario del club de fútbol Chelsea y su exmujer parecen haber creado uno de los almacenes privados de arte moderno más impresionantes del mundo: un tesoro de más de 300 piezas cuyo valor ha sido estimado por los propios asesores de Abramovic en casi mil millones de dólares (unos 903 millones de euros).
'Supervisora de ganancias durmiendo', de Lucian Freud, propiedad de Roman Abramovic
Uno de los pintores predilectos de Abramovic es Lucian Freud. Además de Supervisora de ganancias durmiendo, el matrimonio cuenta también con otras dos obras del artista berlinés. Pero se trata sólo de la cumbre de lo que es una colección de auténticos tesoros artísticos: obras de los maestros de los siglos XX y XXI que abarcan desde el pionero ruso de la abstracción Kazimir Malevich hasta pesos pesados vivos como Anselm Kiefer, Gerhard Richter y Jasper Johns.
El discreto mundo del arte sabe desde hace mucho tiempo que Abramovich y Zhukova son grandes «inversores» y coleccionistas. Pero hasta ahora, el conocimiento público de lo que recolectaron era limitado, ya que no existe una galería pública, como el museo creado por el magnate estadounidense Jean Paul Getty, para exponer sus obras.
Se podría llenar un museo
De hecho, la desaparición de sus obras, ahora en un limbo de fideicomisos extraterritoriales y almacenes seguros, es una enorme pérdida pública. Como señala The Guardian, Abramovich y Zhukova parecen tener buen ojo para la objetividad en cuanto a los pintores figurativos británicos modernos: Mujer perro de Paula Rego es otro de los tesoros de la colección, junto con cuadros de Frank Auerbach, Leon Kossoff y Peter Doig.
'Mujer perro', de Paula Rego, obra de la colección de Roman Abramovic
Los archivos revelan una colección que cataloga la historia del arte moderno, con piezas de los más grandes maestros rusos, europeos y americanos. Obras de Monet y Mondrian, Matisse y Picasso, modernistas rusos como Natalia Goncharova y Véra Rockline, una muestra de lienzos surrealistas de Magritte y una audaz selección de obras abstractas. Entre las sorprendentes posesiones contemporáneas se incluyen pinturas de los ya mencionados de Freud, Paula Rego, Frank Auerbach y David Hockney, pero también de Francis Bacon o XXX
El hecho de que en la colección privada de Roman Abramovic se encuentren dos de los artistas más importantes (si bien reconocidos póstumamente) del último siglo dice mucho de la capacidad de evaluación artística del oligarca. Tanto La hija del policía como Mujer perro son dos de las mejores obras de Rego, lo que supone una pérdida, por tanto, para el gran público.
Lo mismo sucede con Freud o Malevich: Abramovich parece haber reunido una colección de la mejor obra británica reciente mejor que la Tate. Sin estos cuadros de los artistas contemporáneos nunca se podrá comprender realmente los logros del arte británico desde 1945. Y aunque estas obras se exhibían de forma destacada en las galerías británicas en fecha tan reciente como 2021, se han vuelto invisibles desde que Rusia atacó Ucrania.
'Ama de casa de Beverly Hills', de David Hockney, es otra de las obras que conforman la colección de Roman Abramovic
Antes de las sanciones europeas y británicas, Abramovich prestaba mucho pero también trataba sus residencias privadas como museos personales, colgando clásicos de principios del siglo XX de Matisse y Picasso en su villa de los años veinte en el sur de Francia, mientras que el arte contemporáneo que incluía a Richter y Auerbach adornaba con elegancia su residencia de Londres.
El valor cultural, por oposición al financiero, de obras como la Mujer en zapatillas verdes, de Egon Schiele, el gran artista austriaco de la expresión y el erotismo, está fuera de toda duda. La colección incluye desde algunas de las pinturas modernas más relevantes sobre el cuerpo humano hasta creaciones que nacen del absoluto abstracto.
Kazimir Malevich Suprematist composition, 1916
¿Una decisión política?
Mucho más difíciles de adivinar son las verdaderas motivaciones y gustos de Abramovich y Zhukova. Incluso se puede intuir una agenda política en la elección de arte ruso de los coleccionistas que está en desacuerdo con el nacionalismo conservador religioso de Putin. Abramovich y Zhukova han comprado lo que equivale a una historia del modernismo ruso, desde la futurista rusa Natalia Goncharova hasta el arte de Kabakov, que satiriza la dictadura. Y Zhukova ha criticado abiertamente la invasión de Ucrania, interrumpiendo exposiciones en Moscú.
De hecho, en los días previos a que Rusia invadiera Ucrania, según parecen mostrar los archivos filtrados, el interés de Abramovich en el fideicomiso que finalmente poseía las piezas se redujo, dejando a Zhukova como beneficiaria mayoritaria, cortesía de una escritura firmada por los fideicomisarios. La escritura no requirió el conocimiento o consentimiento de Zhukova y se entiende que se deriva de los términos de su separación de Abramovich en 2016.
'Mujer con medias verdes', de Egon Schiele
La escritura entró en vigor en febrero de 2022, pocos días después de que el gobierno del Reino Unido advirtiera a los oligarcas partidarios del Kremlin que sus activos podrían ser embargados. Ahora, con la guerra de Vladimir Putin entrando en su vigésimo mes y Abramovich bajo sanciones en el Reino Unido y la Unión Europea, una joya del patrimonio cultural del mundo moderno permanece en el limbo.
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