Imagen de la exposición Ladies Lounge en el MONA australiano
Condenan a un museo australiano por prohibir el acceso a hombres a una exposición feminista
El tribunal obligó a la pinacoteca a admitir a «personas que no se identifican como damas» después de la denuncia de un visitante masculino
Kirsha Kaechele dice que está triste. Kirsha Kaechele es la artista que prohibió a los hombres visitar su muestra en un museo australiano, pero un tribunal la ha obligado, a ella y al museo, a admitir a «personas que no se identifican como damas».
La exposición se llama Ladies Lounge y se encuentra en el Museo de Arte Viejo y Nuevo de Tasmania. Representa una protesta contra la discriminación y los clubes solo para hombres que existieron durante siglos en ese territorio.
Un visitante masculino presentó el año pasado una denuncia por discriminación después de que se le prohibiera entrar al museo. Esta misma semana el tribunal determinó que el denunciante había pagado 35 dólares australianos (23 dólares estadounidenses) por una entrada al museo que le permitía acceder a todas las áreas del mismo, incluida la sala en cuestión.
«Denunciar al patriarcado»
Ladies Lounge forma parte de una instalación que pretende denunciar al patriarcado. Una denuncia que ha terminado en otra denuncia por discriminación: la denuncia extemporánea de discriminación ha terminado con una denuncia actual de discriminación. Un delirio resultante de la premisa inicial.
El caso fue llevado al Tribunal Civil y Administrativo de Tasmania por Jason Lau, quien alegó que en abril de 2023 el Museo de Arte Antiguo y Nuevo (MONA) le impidió el acceso a la instalación Ladies Lounge (Sala de Mujeres) a pesar de haber pagado la entrada completa.
El tribunal sentenció el pasado 9 de abril que el denunciante fue «discriminado» conforme a la Ley Anti-Discriminación de 1998, y ordenó al museo que permita la entrada a esta muestra a «cualquier persona que no se identifique como mujer» en los próximos 28 días.
Va a recurrir al Supremo
Ladies Lounge está en el MONA desde 2020 y cuenta con una selección de obras de la artista y comisaria Kirsha Kaechele, entre ellas pinturas de Pablo Picasso. Kaechele ha argumentado que su instalación refleja «la segregación histórica de género» en un país donde hasta 1965 solo los hombres tenían derecho a entrar a un bar a beber o donde existen clubs de caballeros de los que las mujeres no pueden formar parte.
Dice que (además de estar triste) va a recurrir al Tribunal Supremo en la superación del delirio: el recurso judicial como último intento para conseguir la supresión de derechos.
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