Entrada a la Bienal de Venecia 2024
Llega la Bienal de Venecia más ideológica y «woke»: dedicada a indígenas, inmigrantes y «queers»
Su director es el primer suramericano responsable de la gran muestra que se celebrará del 20 de abril al 24 de noviembre de 2024
Dice el presidente de la Bienal de Venecia, Roberto Cicutto, que la institución debe «cambiar el punto de vista a través del cual contar el arte contemporáneo». Un paso más hacia la ideologización global del arte nunca mejor dicho: instituida. Añade que «no sólo se trata de un punto de vista estético, sino también geográfico». Y tanto. En la presente edición de la gran muestra, con el título Extranjeros por todas partes, tendrán cabida, según Adriano Pedrosa, el primer director suramericano de la historia de la cita, los «inmigrantes, expatriados, diaspóricos, emigrados, exiliados y refugiados, en particular aquellos que se han movido entre el Sur y el Norte del mundo».
Ha dicho Pedrosa que «La figura del extranjero estará asociada a la del 'outsider', el extraño, el 'estranho', el 'étranger'», así que la exposición se desarrollará y se centrará en las obras «de otros sujetos conectados: el artista 'queer', que se mueve de diferentes sexualidades y géneros y a menudo es perseguido o condenado al ostracismo; el artista 'outsider', que está al margen del mundo del arte, al igual que el autodidacta o el llamado artista popular; y el artista indígena, muchas veces tratado como extranjero en su propia tierra».
El lenguaje propio del arte para explicar el nuevo rumbo, que es también el nuevo rumbo del mundo: «Un mundo lleno de crisis multifacéticas que afectan el movimiento y la existencia de personas dentro de países, naciones, territorios y fronteras. Vayas donde vayas y estés donde estés, siempre te encontrarás con extranjeros: están/estamos en todas partes. En segundo lugar, que independientemente de la ubicación de uno, en el fondo uno siempre es un extranjero», explica Pedrosa.
Cicutto ha señalado que «La participación de artistas sudamericanos en la bienal siempre ha sido sustancial. Pero es diferente cuando un curador que tiene raíces en la misma cultura y ha desarrollado una mirada global a lo largo de los años. Su investigación también se centra en artistas que, a pesar de provenir de culturas y mundos distintos, han sabido mantener los sentimientos, personajes y vivencias de su cultura de origen allá donde se encuentran». Mucho afán en la proveniencia de los artistas y poco en el arte mismo, con independencia de su valor. Una suerte de sistema de cuota artístico por geografía que nada (o poco) tiene que ver con el arte, sino con la ideología.
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