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26 de abril de 2024

Portada de «Estalinismo en guerra 1937-1949» de Mark Edele

Portada de «Estalinismo en guerra 1937-1949» de Mark EdeleDesperta Ferro

'Estalinismo en guerra': Stalin y el coste de la victoria sobre los nazis

Mark Edele presenta en un ensayo magistral y especializado el largo y duro camino de los soviéticos en la construcción del mayor ejército terrestre que el mundo había visto hasta 1949

Pocos personajes a lo largo de la historia han dado nombre a sistemas de gobierno al completo, en su dimensión política, económica e ideológica. Uno de ellos fue, precisamente, Iósif Stalin, el dictador absoluto de la Unión Soviética entre 1922 y 1952. El sistema en cuestión, denominado «estalinismo», alumbró el aparato bélico con el que la Rusia soviética derrotaría a la Alemania de Hitler, pero, como explica magistralmente Mark Edele en Estalinismo en guerra, 1937-1949 (Desperta Ferro, 2022), con sus inmensos costes.
A lo largo de nueve capítulos recogidos en unas 300 páginas, donde además de texto el lector encontrará imágenes, gráficas y tablas, además de un muy necesario apéndice final de mapas, Edele realiza un recorrido desde el inicio de la segunda guerra mundial en Asia en 1937 hasta el sometimiento de los territorios conquistados en 1949, con el inicio de la Guerra Fría. Principal importancia tiene el primer capítulo, donde Edele desgrana los pasos seguidos por Stalin para convertir a la Unión Soviética en una potencia militar moderna, o en palabras del autor, en un «Estado bélico». Lo preparativos para las «revoluciones desde arriba» resultan sobrecogedoras, y enuncian algunas de las principales características del dictador y su gobierno. Dentro de dichos preparativos destacan la construcción a marchas forzadas de una inmensa industria pesada y la destrucción de la sociedad rural tradicional, o «deskulakización» del campo.
Portada de «Estalinismo en guerra 1937-1949» de Mark Edele

Estalinismo en guerra 1937-1949

Mark Edele

A partir del segundo capítulo el autor profundiza en las sucesivas campañas que irán involucrando a los soviéticos: contra los japoneses, el pacto con Alemania y la invasión de Polonia, la terrible Guerra de Invierno contra Finlandia, el Armagedón de la invasión alemana, etc. Para finalmente concluir con la «guerra después de la guerra» en el capítulo noveno.
Una de las principales y más interesantes ideas que presenta Edele es la efectividad e ineficacia del Ejército Rojo. A priori podría parecer contradictorio, pero no lo es en absoluto. Los planes quinquenales de Stalin y las sucesivas «revoluciones desde arriba» tuvieron cierto éxito, en cuanto a que consiguieron convertir un país rural en uno industrializado en un tiempo récord, ahora bien, ello no solo no se tradujo en una eficiencia de la industria ni de los nuevos métodos, además de acarrear una inmensa hambruna entre 1932-1933.
Como señala Edele, la inmensa productividad industrial soviética y su ingente población no se tradujo en eficiencia en números ni en el campo de batalla. Al comienzo de la invasión alemana de la Unión Soviética, morían diez soldados soviéticos por cada soldado alemán, mientras que tras la milagrosa recuperación del Ejército Rojo, tras 1943, la proporción era de tres soldados soviéticos muertos por cada soldado alemán. Hubo muchas razones para ello, y todas las aborda Edele. Entre ellas las constantes purgas dentro de los cuerpos de oficiales, ingenieros, científicos, etc., por parte de la máquina represora estalinista.
Así pues, por muchos hombres y armamentos con que contaran los soviéticos, ello no se traducía en una eficiencia práctica en el campo de batalla. Al final, por la fuerza de la masa, la Unión Soviética venció a la bien engrasada pero extenuada Wehrmacht, pero a un coste ingente en vidas y material. Por tanto, la máquina bélica estalinista era, en palabras de Edele, efectiva, pero no eficiente.
La obra ahonda, además, en algunos de los principales encuentros bélicos en los que intervinieron o protagonizaron los soviéticos, teniendo siempre en cuenta esta perspectiva de su funcionamiento externo. A través de una preparación económica, militar y cultural dirigida desde arriba, Stalin construyó un «Estado bélico» moderno, y que posiblemente dejó una huella imborrable en el devenir histórico de Rusia, que probablemente aún hoy siga pasando factura al Kremlin.
El libro que presenta Edele no solo es una lectura obligada para todos los interesados en la historia bélica soviética y de la Segunda Guerra Mundial, sino una muy recomendable lectura para todo aquel que quiera acercarse al paradigma militar ruso del último siglo.
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