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El escritor Juan del Val posa con el premio PlanetaEFE

Premio Planeta 2025

Juan del Val: «No deberíamos aplaudir a políticos como Sánchez que el que opina diferente a él es el enemigo»

El ganador del Premio Planeta 2025 habla con El Debate con la naturalidad y sinceridad que le caracteriza

Juan del Val apenas ha podido dormir. La gala de los 74º Premios Planeta y los compromisos con los periodistas le han dado cuatro horas de margen para cerrar los ojos. Pero la adrenalina de haber sido el ganador del certamen literario más cuantioso del mundo le mantiene en pie y con una gran sonrisa. Su obra, Vera, una historia de amor le ha catapultado en el panorama literario hispano. Todavía hay que esperar al 5 de noviembre para poder leerla, fecha anunciada para su venta en librerías, pero mientras eso ocurre y con un café en mano El Debate ha querido conocer de primera mano cómo están siendo las primeras horas del autor tras conocer el fallo, qué piensa del momento actual en el que está inserta la sociedad española y cómo vislumbra su futuro siendo el Premio Planeta.

-¿Qué tal ha pasado la noche?

-¡Ha sido una noche corta! Terminamos ayer de la gala a las dos y pico. Me estaba acostando a las 03:30 horas y mi despertador ha sonado a las siete menos cuarto. He dormido poco pero yo no soy muy de dormir, a ver estoy cansado lógicamente, pero la adrenalina todavía me mantiene.

-¿Esperaba ser el agraciado?

-¡Es algo tan fantástico ganar el Premio Planeta! Llevo viniendo yo creo que desde el 2012 a esta entrega de premios. Siempre, íntimamente, sueñas que algún día te puede pasar, pero es tan potente que crees que solo le puede pasar a otro que no eres tú. ¡Y de repente te ves ahí arriba y ha sucedido!

- ¿Cómo vivió el momento del anuncio del ganador?

-Con muchísima emoción. Ayer fue un día que decidí disfrutar. En mi cabeza estaba ese verbo y en vida en general es algo que tiene mucho que ver conmigo. En el momento que tengo que levantarme, le doy un beso a Nuria y voy hacia el escenario iba pensando que qué enorme suerte el poder vivir ese momento.

-Calificó ser el ganador como un milagro...

-Sí. Subirme ahí arriba me pareció un milagro porque al final, en muchos momentos de mi vida era completamente inesperado que pudieran sucederme tantas cosas fantásticas y maravillosas como me están pasando en los últimos 15 o 20 años. Es que es un milagro porque hay tantísima hay tantísima gente que lo desea y tan poca que puede lograr subirse ahí que hay un componente de suerte y de emoción increíble.

-Dedicó el premio a su familia, pero sobre todo a Nuria Roca. ¿Cómo influye su matrimonio en su escritura, especialmente en esta que es una historia de amor?

-Yo escribo siempre de lo que vivo y de lo que soy. Tiendo a escribir de lo que conozco. Nuria está presente en mí todo el rato, llevamos casi 30 años juntos. ¡Claro que influye! Lo de dedicárselo fue porque aunque ella lo sabe perfectamente me pareció bonito decírselo públicamente, porque es verdad, sin ella nada tiene mucho sentido.

-Como tertuliano en programas como El Hormiguero o en La Roca es conocido por sus opiniones sin filtro sobre política y sociedad. ¿Hay alguna polémica actual que se vea reflejada en el libro?

-No sé si se puede generar alguna polémica por algunas descripciones que hago de determinada parte de una clase social... pero no es un libro polémico en absoluto. Mucha gente dice que hablo sin filtro y es verdad, aunque yo mantengo que no soy polémico (risas). Simplemente opino de las cosas como las siento, con errores o no, y critico lo que veo, fundamentalmente al poder, ya sea al poder de la Comunidad de Madrid o al estatal. Creo que es mi obligación si estoy en una tertulia opinando, independientemente de que alguna vez sea más conveniente o menos o te odien unos por decir ciertas cosas y a otros les gustes.

-¿Qué le pareció compartir foto de su gran día con Yolanda Díaz?

-Muy bien. Una de las cosas que más critico en determinados políticos es la falta de respeto a lo institucional. Yolanda Díaz estuvo representando al Gobierno en un acto cultural importante como vicepresidenta del Gobierno y merece todos mis respetos. Otra cosa es que yo pueda criticar alguna de las cosas que dice o hace como ella también puede opinar de las que yo hago. Pero me parece que el respeto está por encima de eso y hay mucha gente que esto no lo entiende. Estuvo muy cariñosa y me encantó recibir el premio de ella, por supuesto, sin ningún problema, faltaría más.

-¿Pudo intercambiar algunas palabras con ella?

-Sí, bueno, el saludo. Me dijo: 'Enhorabuena. Me alegro mucho'. Yo le contesté: '¡Muchísimas gracias!' Al final, por encima de lo que se dice u opina uno, hay lugares comunes en los que se intercambian miradas y sonrisas que está bien que sucedan, es saber estar. Ella estuvo educadísima y yo, también. No puede ser de otra forma, me parece.

-Una de las ideas que busca ofrecer al lector es esa mirada a la mujer que se desprende de prejuicios establecidos, que busca la libertad. ¿Todavía existen muchos de estos prejuicios en la sociedad?

-Muchos más de los que de los que me gustaría. Y algunos son los mismos que hace bastantes décadas. Yo creo que somos súper clásicos. Creo mucho en la libertad individual, en que cada uno haga lo que quiera, crea en lo que quiera, ama a quien quiera, que ame a mucha gente... Seguimos con pilares de exclusividad en el amor y me gustaría que se avanzase más en ese sentido. Pero veo que no...

Soy feminista. Siempre he sido 'el marido de' y he estado encantado de serlo. El machismo es algo que hay que perseguir socialmente, pero el enemigo no es el hombre

-Anoche se declaró feminista. ¿Pero de qué feminismo?

-Es que no puedo ser otra cosa que no sea feminista. Siempre lo he sido. He estado detrás de una mujer que brillaba durante un montón de años ¡porque yo salgo desde hace un cuarto de hora! Siempre he sido 'el marido de' y he estado encantado de serlo. Creo absolutamente en la igualdad. Me parece que no ser feminista es una tragedia. Pero sí opino que en los últimos años el feminismo se ha equivocado de enemigo. El machismo es algo que hay que perseguir socialmente, pero el enemigo no es el hombre. Y creo que ahí es donde se han confundido. Es más, eso le ha hecho mucho daño al verdadero feminismo, porque hay mucha gente que de repente tiene reservas hacia algo que debería de ser completamente natural.

-Y hablando de ser natural. Hace unos pocos días mostró sus respetos a Morante de la Puebla cuando se cortó la coleta. ¿Le molesta que le critiquen por no ser antitaurino?

-Ser antitaurino es una de las cosas que tienes que comprar dentro del pack si eres de izquierdas. Esto me parece que empobrece mucho intelectualmente y vitalmente. Yo digo lo que siento. A mí me da igual que sea conveniente o no, porque si no no estaría en los medios. ¡Y no me va mal desde hace bastante tiempo diciendo lo que siento! Si soy taurino, soy taurino; si soy republicano, soy republicano; critico a Pedro Sánchez y critico Ayuso cuando pienso que hay que hacerlo. Meterme en una etiqueta todo el rato me parece tan empobrecedor que me da completamente igual, la verdad.

-Las dos novelas que han ganado esta edición hablan de preocupaciones y temas sociales. ¿Cree que el mundo está para preocuparse?

-Sí, pero yo soy un optimista compulsivo. Por supuesto que pasan cosas que no me gustan nada, pero al final yo creo que todo se va recolocando. Ahora mismo hay muchas cosas del panorama actual nacional que no me gusta cómo están, pero cambiarán, mejorarán y luego volverán a empeorar... todo creo que son ciclos.

-¿Qué milagro necesita España para mejorar?

-Vamos a intentar que no sea un milagro, que sea una cosa mucho más sencilla. A mí me parece que tenemos que empezar a aproximarnos al otro y no entender que el que opina distinto es tu enemigo y, sobre todo, no apoyar a los políticos que viven de que el otro sea el enemigo y que hay que estar a la contra de todo lo que dice, porque son los malos. Eso es algo que necesitamos de manera urgente. Entender que hay miles de maneras de pensar distintas, de ideologías diferentes... y que se pueden llegar a acuerdos y que el de enfrente no es el enemigo. Y es algo que algunos políticos de los dos lados hacen. Uno de los que viven de eso es el presidente, Pedro Sánchez. Me parece que eso hay que solucionarlo urgentemente. Y no estoy diciendo que se vaya, se irá cuando la gente quiera que se vaya, que para eso estamos en democracia, pero sí me parece que no deberíamos aplaudir a políticos que levantan distancia entre unos y otros.

Ser antitaurino es una de las cosas que tienes que comprar dentro del pack si eres de izquierdas. Esto me parece que empobrece mucho intelectualmente y vitalmente

-Dice que conoce muy bien a sus personajes, sobre todo, sus dudas. ¿Qué dudas tiene de este año que le espera de promoción? ¿Algún temor?

-No ¡lo voy a disfrutar muchísimo! A mí me encanta promocionar novelas. Es contar lo que has hecho, ver a los lectores, ir a firmas, ir a presentaciones... A mí eso es una cosa que me gusta. ¡Imagínate en este caso!. Por eso lo voy a disfrutar como un enano. No tengo absolutamente ningún miedo a la promoción, ni a las críticas, ni a los halagos...

-Y esa dotación económica, 1 millón de euros, ¿ya tiene destino?

-No, pero vamos ¡que me viene muy bien! ¡Lo que me quede después de Hacienda me viene muy bien!