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Celebración de la Decimocuarta

Una marea blanca tiñe la capital

Los aficionados madridistas han hecho una romería desde el Santiago Bernabéu hasta la plaza de la Cibeles en un clima de euforia y emoción

El madridismo siempre ha tenido la moral alta de cara a una final de Champions. Después de desafiar a dos consecutivas eliminaciones frente al PSG, en cuartos, y al Chelsea, en semifinales, los de Chamartín afrontaban esta final con un solo objetivo.
La incertidumbre siempre ha estado presente durante toda la temporada, en la que se preveía que no ganarían nada y ya tienen en el bolsillo el titulo liguero.
Los aficionados blancos se han acercado al Santiago Bernabéu con bastante antelación. Sobre las 18:00 los merengues ya estaban en los bares más cercanos al estadio para comenzar la previa de este encuentro que año tras año genera muchísima expectación.
La marea blanca ha teñido Concha Espina y sus calles hermanas más cercanas. Cánticos como «¡sí se puede, sí se puede!» o «¡cómo no te voy a querer, cómo no te voy a querer, si fuiste campeón de Europa una y otra vez!» se han escuchado en las puertas del templo blanco.
A punto de comenzar el encuentro, los madridistas, que tenían entradas para ver el partido dentro del estadio se apelotonaban para poder acceder. La seguridad se empleaba a fondo para cachear e ir dando paso a la multitud.
Con el pitido inicial, los aplausos y los vítores han retumbando la capital. Daba la sensación de que se derrumbaba el estadio ante el clamor de la afición.

Cánticos, vítores y aplausos

Justo antes de terminar la primera mitad, Benzema metía el primer gol para los blancos, los madridistas saltaban y gritaban de alegría, pero con lo que no contaban era con la decisión arbitral que anuló el gol.
Dio comienzo la segunda mitad y con ella el tanto que adelantaba al Real Madrid. Los blancos gritaban, saltaban y aplaudían de euforia ante el golazo de Vinicius.
A partir de este momento el clímax fue in crescendo y los ánimos no cesaban ante una noche mágica.
Los últimos minutos se vivieron con una tensión abrumadora, pero con el pitido final los merengues estallaron de felicidad. El Real Madrid acaba de ganar su 14ª Champions.

La estatua de Colón, al fondo, con aficionados madridistas en primer planoManuel Manahén García

Más tarde, miles de aficionados se desplazaban hacia Cibeles para festejar el título europeo. La romería se ha desarrollado con normalidad y cánticos, vítores y aplausos han resonado por todo Madrid. Lo más escuchado era un cántico acordándose de la madre de Mbappé.
Antes de llegar a la fuente de la diosa griega un fuerte cordón policial custodiaba esta y dividía a los hinchas en dos caminos. En este lugar la fiesta estaba asegurada y no es para menos. Por si alguien se ha despistado y todavía no se ha enterado: ¡el Real Madrid ha ganado su 14ª Champions!