Remco Evenepoel, en la presentación del Giro de Italia
El duelo generacional entre Roglic y Evenepoel marcará un Giro sin españoles entre los favoritos
La primera grande de la temporada comienza con una contrarreloj en Costa dei Trabocchi
Será difícil, muy difícil, que el Giro de Italia 2023 tenga acento español. Ninguno de los grandes nombres del ciclismo patrio ha optado por esta carrera y todos parecen reservarse para el Tour de Francia. Solo siete corredores del país parten hoy desde Costa dei Trabocchi en una contrarreloj que abre la 106ª edición de la Corsa Rosa, quizá la más bella de las tres grandes.
El Giro de 2023 tendrá dos protagonistas de excepción que, salvando las distancias, nos devuelven a los años de la posguerra en Europa. Primoz Roglic, de 33 años, luchará por la maglia rosa contra Remco Evenepoel, de solo 23. Diez años de diferencia entre uno y otro que convierte su duelo en generacional y recordará a la vieja rivalidad entre Gino Bartali y Fausto Coppi en aquel Giro de 1949 que sirvió al literato Dino Buzzati para firmar algunas de las crónicas más bellas de este deporte.
Primoz Roglic, en la presentación del Giro
El veterano corredor del Jumbo Visma intentará ganar una prueba en la que solo pudo ser 3º en 2019. El triunfo de su compañero Jonas Vingegaard en el Tour del año pasado le obliga a ceder los galones y optar por un calendario alternativo que pasa primero por Italia y después por una Vuelta a España que ha ganado en tres ocasiones.
Frente a él, un jovencísimo Evenepoel que forma parte de una nueva generación de ciclistas que ya ha tomado al asalto la cabeza del pelotón. El belga del Soudal-Quick Step protagonizó un 2022 de ensueño que culminó con la victoria final en la ronda española y la conquista del maillot de campeón del mundo. Con solo 23 años, prefiere optar por el Giro antes que acudir a un Tour de Francia en el que la competencia parece mucho mayor con un Pogacar (ahora lesionado) en estado de gracia.
Además de Roglic y Evenepoel, la Corsa Rosa tendrá su punto de emoción gracias a la presencia de otros buenos corredores que, por no ser superestrellas, tienden a arriesgar algo más. Joao Almeida, de UAE, ya sabe lo que es luchar por un Giro y tratará de estar en la pomada, lo mismo ocurre con el británico Tao Geoghegan Hart, de Ineos, que conquistó la maglia rosa en 2020 y no ha vuelto por Italia hasta ahora. En Ineos tendrán que gestionar bien a los suyos puestos que cuenta con hasta tres bazas: además de Tao, todo un ganador del Tour como Geraint Thomas querrá estar entre los favoritos y Pavel Sivakov está ante su 'casi' última oportunidad de ser considerado un contendiente para las pruebas de tres semanas. Durante los próximos días también escucharemos nombres como Aleksandr Vlasov, Ben Healy, Jack Haig o Jay Vine.
El trofeo 'Senza Fine' que recibirá el ganador del Giro
Ese duelo generacional que encabeza Roglic también se hará presente en la figura de otros ciclistas que tratarán de dar su último golpe en Italia: los locales Damiano Caruso y Domenico Pozzovivo, el colombiano Rigoberto Urán o el francés Thibaut Pinot son de la partida y, seguro, se dejarán ver durante la carrera.
La crisis del ciclismo español
Como decíamos, es difícil situar a algún corredor nacional entre los hombres fuertes de la carrera. Solo siete ciclistas de España estarán en este Giro de Italia y las opciones de ganar una etapa pasan por la «fuga de la fuga», que diría Chente García Acosta. En esa lid está bien bregado Luis León Sánchez, de Astana, y podría ser una buena opción para Carlos Verona, del Movistar. El madrileño apuntaba al Tour, pero un cambio de última hora en su calendario lo lleva hasta Italia.
Por lo demás, el Giro de Italia volverá a dejarnos espectaculares vistas de un país bellísimo y duras etapas de montaña. Fiel a su tradición, aunque menos que otros años, la primera de las tres grandes sigue apostando por las etapas maratonianas y varias superan los 200 kilómetros de distancia.
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