Detienen a un exjugador del Barça Basket por alteración del orden público en Milán

El exjugador del FC Barcelona de baloncesto, Samardo Samuels, ha vuelto a ser noticia este fin de semana en Italia debido a un incidente que terminó con su arresto. La policía de Milán lo detuvo el sábado tras recibir denuncias por alteración del orden público, ya que estaba escuchando música a un volumen excesivo y consumiendo alcohol en el patio de un edificio residencial.

El pívot jamaicano ya acumulaba varios episodios similares, habiendo sido arrestado en cinco ocasiones previas. En esta última intervención, la alerta fue dada por una familia que lo encontró en evidente estado de embriaguez junto a su perro, que no llevaba bozal. Mientras era escoltado por los agentes, Samuels protestó en voz alta: «Soy un gran campeón, no un delincuente».

El exazulgrana tenía, además, una causa pendiente por acoso y violación de una orden de alejamiento relacionada con el padre de la familia que denunció su comportamiento. Sus antecedentes en Milán incluyen varias denuncias por disturbios que afectaron a distintos vecinos de la zona.

En esta ocasión, los agentes llegaron rápidamente al lugar después de que una mujer reportara que un individuo bloqueaba el acceso a su vivienda, impidiéndole a ella, a su marido y a sus dos hijos pequeños entrar. Los niños, asustados, no pudieron contener el llanto. Samuels, en un intento de evadir la situación, se refugió en su casa y fingió no entender el idioma, pero terminó siendo arrestado y escoltado por las autoridades.

Sus líos en la Ciudad Condal

Las actuaciones conflictivas de Samuels no son nuevas. Durante la temporada 2015-16, el jamaicano jugó en el Barça, participando en 33 encuentros con un promedio de 6,6 puntos por partido. En ese tiempo, consiguió ganar la Supercopa. Más adelante intentó volver a la Liga ACB al fichar por el Betis, pero nunca llegó a debutar debido a un fuerte desacuerdo con su entrenador, Alejandro Martínez. Su salida de Sevilla fue polémica, y el propio jugador declaró que tanto el club andaluz como el Partizán de Belgrado habían arruinado su carrera.

Su paso por Barcelona también estuvo marcado por incidentes de gravedad. En una ocasión, fue arrestado tras agredir a una persona en la cabeza con un palo. Según El Periódico de Cataluña, el pívot protagonizó diversos altercados, fue denunciado por amenazas y se le confiscó la marihuana que estaba consumiendo en un espacio público.

Además, se conoció que en varias ocasiones pasó la noche dentro de su Porsche con los cristales rotos, asegurando que había perdido la llave del vehículo. Su trayectoria en el baloncesto es extensa: antes de fichar por el Barça, se proclamó campeón de la liga italiana con el Olimpia Milano, y también disputó un total de 109 partidos en la NBA con los Cleveland Cavaliers.