Sánchez Arminio fue el jefe de los árbitros durante 15 años
Muere Sánchez Arminio, histórico presidente del Comité Técnico de Árbitros
Fue el mandamás del arbitraje español durante 15 años, siempre al lado de Ángel María Villar, e inseparable de Enríquez Negreira
Victoriano Sánchez Arminio, histórico presidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA), ha muerto este domingo a los 80 años de edad. Sufría un cáncer de pulmón y llevaba varios días hospitalizado.
Colegiado de Primera División hasta 1989, Ángel María Villar, presidente de la Federación Española de Fútbol, le nombró jefe de los árbitros en 1993. En ese cargo estuvo hasta 2018, siendo su vicepresidente durante toda esa larga etapa Enríquez Negreira. Ambos formaron una pareja inseparable en toda esa época.
Figura muy conocida en el fútbol español, Arminio fue el mandamás del arbitraje durante esos 15 años. Luis Medina Cantalejo, actual presidente del Comité, ha expresado el «shock tremendo» que supone el fallecimiento de Arminio: «No lo esperábamos, era muy querido por todos».
«Era un hombre con mucho carácter pero que nos cuidó como un padre, nos guiaba, nos echaba la bronca, pero una persona de entorno, no sé qué más cosas nos pueden pasar este año. Una persona que nos ha ayudado mucho a llegar donde estamos, descanse en paz, un abrazo y un beso a toda la familia», ha dicho Medina Cantalejo en declaraciones a la Cadena SER.
Sánchez Arminio, en su época como árbitro, en el año 1982
Nacido en Santander en 1942, Sánchez Arminio dirigió 149 partidos de Primera División durante 13 años y también tuvo la condición de colegiado internacional. Pitó tres finales de la Copa del Rey y fue uno de los colegiados que dirigió encuentros del Mundial de México 1986. Fue un hombre muy cercano a Ángel María Villar y dejó los cargos en el arbitraje español en 2018, momento en el que entró Luis Rubiales en la Federación y le destituyó.
Problemas con la justicia
Imputado en el caso Solué, que investiga a la anterior cúpula de la Real Federación Española de Fútbol, hace tan solo cinco días Sánchez Arminio –a través de sus abogados– solicitó a la Audiencia Nacional que archivara el caso en lo que a él se refería.
El juez que está a cargo de esta causa, Alejandro Abascal, dio por concluida hace unas semanas la investigación, en la que imputó a Sánchez Arminio y al ex secretario general del CTA Raúl Massó para investigar el destino de 7,9 millones de euros para gastos arbitrales, por orden de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional.
Victoriano Sánchez Arminio, a la derecha, en una imagen de archivo
La Fiscalía aludió a una «presunta desviación de fondos aportados por la LNFP a la RFEF, con destino finalista, en virtud de los convenios de colaboración suscritos entre ambas asociaciones en los años 2006, 2010 y 2014, y su aplicación a fines distintos de los previstos».
El pasado 17 de abril, Sánchez Arminio compareció, junto a Massó, en calidad de investigado, en la Audiencia Nacional, después de haberlo hecho como testigo años antes, al inicio de la investigación, y no declaró al ratificarse en lo que ha ya había manifestado en la prueba testifical.
El caso Negreira
Esta mencionada trama de desviación de fondos, por la que Arminio estaba imputado, nada tiene que ver con el reciente escándalo del caso Negreira, del que también era pieza clave el expresidente de los árbitros, aunque fuera por responsabilidad.
Sánchez Arminio fue el presidente del Comité que tenía como número dos a Negreira, el hombre que cobró cantidades millonarias del FC Barcelona. Arminio y Negreira iban siempre de la mano: entraron a la vez en el Comité árbitral, salieron también a la vez y formaban un binomio inseparable durante sus años de poder en el arbitraje.
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