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12 de mayo de 2024

Olga Carmona, en primer plano, con más compañeras en el momento de viajar de Madrid a Valencia

Olga Carmona, en primer plano, con más compañeras en el momento de viajar de Madrid a ValenciaEFE

El Gobierno irrumpe en el conflicto de la selección y se pone del lado de las futbolistas, con las que se reúne en Valencia

El Gobierno de España interviene en el gran conflicto que hay en la selección española femenina. Víctor Francos, secretario de estado para el Deporte y presidente del Consejo Superior del Deporte (CSD), viaja a Valencia para tener varias reuniones con las jugadoras.
Y lo hace «cabreado», según ha declarado este martes, después que se haya hecho a su juicio «el ridículo como país». Se refiere Francos a la convocatoria por parte de Montse Tomé, nueva seleccionadora, de 20 jugadoras que habían mostrado (y siguen haciéndolo) su voluntad y deseo de no ir a la selección española. Esa llamada obliga a estas futbolistas a presentarse en la concentración si no quieren tener graves sanciones deportivas.
La tensión es máxima. Víctor Francos, que es en la práctica el principal cargo en el Ejecutivo con competencias exclusivas en el deporte, ha estado llamando a varias jugadoras en la mañana de este martes. Dicen que «están muy mal» después de que se tengan que presentar a esta concentración en un ambiente de casi guerra, ha desvelado el propio Francos, que apunta directamente a la Federación: «Le he dicho a Rocha (presidente actual de la RFEF) que estoy muy cabreado».

Viaje a Valencia

El Gobierno va a más y protege a las jugadoras, a las que hasta hace horas pidió que fueran a la concentración con la promesa de que ellos trabajarían para conseguir los cambios que exigen en la Federación. Pero tras hablar por la mañana con las futbolistas el Ejecutivo, representado por el CSD, quiere más.
De ahí que Francos se traslade a Valencia, donde de forma sorprendente tendrá lugar la concentración de la selección femenina, que juega dos partidos importantes (se inicia el camino de clasificación a los Juegos Olímpicos) ante Suecia el viernes y contra Suiza en Córdoba el próximo martes. Siempre las jugadoras (y jugadores) están llamadas a concentrarse en la sede de la Federación en Las Rozas (Madrid), pero ante el elevado componente mediático y en un entorno de gran tensión la RFEF cambió el lugar y la ciudad.
El presidente del CSD está «cabreado» porque desde la Federación este lunes le transmitieron «que no se iba a convocar a nadie que no quisiera ser convocado». Y horas después Montse Tomé llamó a 20 jugadoras que abiertamente han dicho que no quieren ir. El Gobierno se pone de su lado: intentarán «ayudarlas en la consecución de algunos de sus objetivos», esas exigencias ya conocidas desde el pasado viernes.
Y lo harán aunque sea interviniendo de alguna manera la RFEF, algo que no puede hacer el Gobierno tan fácil. «Si la RFEF no toma las decisiones correspondientes en los próximos días recibirá un burofax del CSD pidiendo unas elecciones», cuenta Francos, que añade que desde el Ejecutivo de la Nación propiciarán «los cambios que requiera la RFEF». Pide a las jugadoras que «vayan a la convocatoria y que eso vaya asociado a que sepan que el Gobierno les va a ayudar. Lo que quiero para nuestras jugadoras es que sean campeonas olímpicas».
Con todo ello, Víctor Francos viaja de urgencia a Valencia, a La Oliva, donde la selección quedará concentrada en un sorprendente cambio de ubicación. Se espera que en torno a las 19:00 horas tengan que estar todas las jugadoras. Las que vivían en Madrid sí se han presentado y viajan con el cuerpo técnico y resto de miembros de la Federación hasta Valencia. Las del Barça (mayoritarias) y otras de otros equipos tendrán que estar a lo largo de la tarde allí. Se espera que se reúnan con el representante del Gobierno en persona.
El presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), Víctor Francos

El presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), Víctor FrancosEuropa Press

En esa expedición, como dato relevante a señalar, no viaja el equipo de comunicación de la Federación. Han sido apartados del viaje oficial sin previo aviso y no les han dejado, por orden de la propia RFEF, viajar a Valencia en el mismo lugar (autobús primero, después avión) que las futbolistas. No se alojarán tampoco en ninguno de los hoteles en el que estén las futbolistas. Entre las exigencias de estas jugadoras estaba la «reestructuración» de este área, pero ahora explican (según informan algunos medios) que esto no tiene nada que ver con sus exigencias. El asunto aquí es que las futbolistas aun no han dado nombres ni motivos exactos y se han limitado a pedir «reestructuraciones».
Miquel Iceta, ministro de Cultura y Deporte, ha explicado también este martes que «el Gobierno no va a estar pasivo, ni a la expectativa, ni como espectador» ante este conflicto, añade que la RFEF «está haciendo las cosas muy mal» y señala «que hay que corregir los defectos que se han producido si queremos de verdad recuperar la senda de éxitos que las jugadoras marcaron».
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