Los terroríficos datos en la Liga: los cinco últimos equipos llevan diez jornadas sin ganar un partido

A la par que la diferencia entre la Liga española y la Premier League se incrementa cada vez más, con un nuevo reparto de derechos televisivos que promete potenciar aún más las capacidades económicas de los equipos de la liga inglesa, se está creando, a nivel interno en España, otra notable diferencia y una distinción de clases muy significativa.

Mientras equipos como Real Sociedad y Athletic Club siguen confiando en sus canteras para sacar la situación adelante, el Girona cuenta con el músculo económico del City Group o el Betis acierta con sus fichajes de estrellas que dan un paso atrás (Nabil Fekir, Isco), se ha creado una parte baja en la liga española que está padeciendo un bajo nivel de juego y eso está resultando en muy malos resultados deportivos.

Les cuesta un mundo ganar un partido. Y no es ninguna forma de hablar sino una afirmación fruto de los datos estadísticos. A saber, los últimos siete clasificados de la liga (Osasuna, Sevilla, Cádiz, Mallorca, Celta, Granada y Almería) llevan cinco jornadas consecutivas sin ganar un solo partido.

Si se acota más la lista y se elimina de la ecuación a Osasuna, que ganó hace seis jornadas al Granada, resulta en que los últimos ocho clasificados llevan ocho jornadas sin lograr ninguna victoria. La última fue la del Sevilla, en la jornada siete, ante el Almería. Fue el 26 de septiembre.

Si hacemos aún más corto el estudio, los resultados son aún peores. Los cinco últimos clasificados llevan diez jornadas sin vencer, ni uno de ellos, un partido. Desde la victoria del Mallorca, en la jornada cinco, ante el Celta. La única victoria del equipo balear esta temporada.

El Cádiz lleva sin ganar desde la jornada cuatro, al igual que el Celta (única victoria en la temporada). El triunfo del Granada llegó en la jornada tres y el Almería no ha vencido ningún partido de liga.

Además, como se ha podido observar, las pocas victorias que cosechan se dan en partidos directos entre ellos. Es cada vez más extraño ver «sorpresas» que en realidad no deberían catalogarse como tal, como la posibilidad de que el Mallorca venza un partido de local ante el Alavés.

Están siguiendo un ritmo de puntuación muy bajo, lo que posibilita que un equipo como el Mallorca, con apenas un triunfo en quince jornadas, se encuentre fuera del descenso. Se está viviendo una situación en la que ganar un partido es dar un paso de gigante y donde la conocida frontera histórica de los 40 puntos para lograr la salvación se quede muy lejana.

El nivel medio de LaLiga se está viendo cuestionado con la presencia de varios equipos que no logran despegar y que hacen añorar tiempos de mayor igualdad donde cualquier equipo era capaz de lograr una victoria.