Real Madrid y Atlético entierran el hacha de guerra con la tradicional comida de directivas

El único gesto de acercamiento entre el Real Madrid y el Atlético de Madrid ha sido un almuerzo entre parte de la directiva de ambos clubes. Encabezaron el encuentro Florentino Pérez y Enrique Cerezo, presidentes de ambas entidades, y la gran ausencia fue la de Miguel Ángel Gil Marín, cuya relación con la directiva blanca es prácticamente inexistente. Gil Marín tampoco acudirá al Santiago Bernabéu, manteniendo su costumbre de no presenciar los partidos de su equipo salvo que el protocolo lo requiera, algo que en esta ocasión no es necesario.

La buena relación que mantienen Florentino Pérez y Enrique Cerezo, que posaron juntos ante los medios de los clubes en una imagen de cordialidad, se extendió en el clásico encuentro de directivas previo al derbi, que se celebró en un restaurante de la capital cercano al Bernabéu. Fue una tregua, pues la amistad de los dos presidentes es la única buena relación entre Real Madrid y Atlético.

Llegó puntual Enrique Cerezo a la cita, sin dar declaraciones a los medios de comunicación a la entrada del restaurante como habitualmente hace, y pasadas las 14:30 horas se sumó Florentino Pérez, con rostro serio y saludando con una mano a los presentes en su entrada al restaurante.

Las relaciones institucionales entre ambos clubes se han reducido a lo estrictamente protocolario y a la gestión del día a día. En los últimos días, el Atlético de Madrid ha sido especialmente crítico con el Real Madrid, tanto en declaraciones públicas como en redes sociales, utilizando incluso ilustraciones para expresar su postura.

Una rivalidad cada vez mayor

Este distanciamiento no es nuevo, pero se ha acentuado en los últimos años, especialmente desde el conflicto generado por la Superliga. Las diferencias son evidentes en todos los ámbitos: la relación con la UEFA, con LaLiga y, más recientemente, con la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). No obstante, a nivel personal, Florentino Pérez y Enrique Cerezo mantienen una buena sintonía. De hecho, Cerezo asistió a la presentación de la Superliga y Pérez correspondió acudiendo a la presentación de un libro sobre el presidente rojiblanco.

En cuanto a los entrenadores, que también han intercambiado algún dardo, Carlo Ancelotti y Diego Pablo Simeone, aunque son vecinos, tienen un trato escaso. Años atrás existía mayor cercanía entre ambos, pero actualmente la relación se mantiene dentro de los límites del respeto profesional, sin más interacción.

Algo similar ocurre entre los jugadores. Ancelotti comparte vecindario con Antoine Griezmann, pero más allá de saludos formales, su trato es limitado. En su etapa en el Atlético, Morata también vivió en la misma zona, aunque sin mayor contacto con el técnico italiano.

En el pasado, la relación entre los futbolistas de ambos equipos era más cercana, con encuentros fuera del terreno de juego e incluso amistades forjadas en distintas selecciones. Sin embargo, en la actualidad este vínculo se ha enfriado y, aunque algunos jugadores han coincidido en compromisos internacionales, como Griezmann y Mbappé, apenas hay amistades entre las plantillas.