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Carlos Alcaraz tras la victoria en primera ronda del Abierto de RíoEFE

El bonito gesto de Alcaraz con una recogepelotas ante la lluvia y que repite un año después

Carlos Alcaraz ha recuperado la sonrisa. Tras 100 días de inactividad en las pistas reapareció en Argentina y ganó el torneo. Ahora en el Abierto de Río de Janeiro busca ganar su segundo torneo consecutivo de la temporada 2023. En su primer encuentro, frente a Mateus Alves y cuando restaba para ganar, la lluvia obligó a que se detuviera el encuentro por unos minutos.
El tenista español se refugió en su banquillo y fue en este preciso instante cuando se produjo la bonita imagen. El inmenso diluvio estaba empapando a una recogepelotas que no tenía un sitio en el que resguardarse y Alcaraz no dudó en ofrecerle un hueco junto a él en su banqueta.
Ya una vez se reanudó el partido el tenista de El Palmar pudo cerrar el encuentro en los siguientes dos juegos. Logró vencer en dos sets (6-4, 6-4) a Mateus Alves en un partido que le costó más de la cuenta al verse sorprendido por el joven brasileño, fuera de los 500 mejores del mundo y que llegó a este torneo con una invitación y sin nada que perder.
Se da la circunstancia de que este bonito gesto resulta idéntico a uno que hizo la temporada pasada en este mismo torneo. Esto demuestra que a pesar de todo lo que le ha ocurrido en estos 365 días, donde ha alcanzado el número 1 del mundo y ha conquistado su primer Grand Slam, la humildad de Alcaraz sigue siendo la misma. De hecho, el murciano ya ha dicho en más de una ocasión que él no ha cambiado y que sigue siendo la misma persona de siempre.
«Mi vida no ha cambiado mucho, sigo siendo el mismo chico de siempre, el mismo trabajador, el mismo jugador y al final hay que seguir entrenando para seguir mejorando», comentó tras ganar el US Open.