Alcaraz cumple su objetivo particular: ¿qué pasó la última vez que acabó el año como número uno?

«Gioco, set y partita, Alcaraz». Tras escuchar esta frase, Carlos Alcaraz elevó el puño, gritó «Vamos», saludó a Lorenzo Musetti en la red (con el que mantiene una gran amistad) y celebró, con gran alegría, lo que acababa de certificar, que no era otra cosa que acabar el 2025 como número uno del mundo.

El murciano hizo los deberes. Venció al italiano por 6-4 y 6-1, sumó un tres de tres, se relajó, y avanzó a semifinales de la Copa de Maestros como líder del grupo Jimmy Connors, lo que confirmó que evita a Jannik Sinner hasta una hipotética final en Turín.

Carlitos cumplió el objetivo particular que se había marcado a principios de temporada y se fue a celebrar con su equipo lo que acababa de conseguir. No todos los días se tiene el privilegio de cerrar el año tenístico en lo más alto. Era la segunda vez en su carrera que el de El Palmar lograba este reconocimiento.

La primera tuvo lugar en 2022, año en el que alzó al cielo de Nueva York su primer Grand Slam con tan solo 19 años, cuatro meses y siete días, lo que le sirvió, además, para convertirse en el número uno más joven de la historia del tenis. El murciano había tocado la gloria sobre la Arthur Ashe del complejo tenístico de Flushing Meadows y los días posteriores fueron una auténtica fiesta para él.

Sin embargo, lo que vino después no fue todo lo bueno que se había imaginado Carlitos en un principio. Tras el US Open, el murciano perdió en primera ronda del ATP 500 de Astana contra el belga David Goffin, llegó a semifinales del torneo de Basilea, se tuvo que retirar por lesión en los cuartos del Masters 1000 de París, lo que le obligó a decir adiós a su temporada. El de El Palmar no disputó la Copa de Maestros de ese año, que se la acabó llevando Novak Djokovic.

Pero eso no le 'importó' demasiado a Alcaraz. Se recuperó bien y preparó un calendario en el que tenía previsto jugar 19 partidos. El problema vino a tan solo unos días de disputar el Open de Australia, el primer Grand Slam del 2023. Carlitos sufrió una lesión en el músculo semimembranoso de la pierna derecha y no pudo competir en Melbourne. Djokovic se acabó llevando el major oceánico y fue él el que dio el salto al cetro del tenis mundial.

El español estuvo un par de meses fuera y reapareció en el torneo de Buenos Aires, que acabó ganando tras vencer al británico Cameron Norrie en la final, con ganas de recuperar lo antes posible el uno (lo logró tras conquistar el Masters 1000 de Indian Wells).

No obstante, en Miami volvió a perder ese privilegio. El de El Palmar se quedó en semifinales (cayó frente a Sinner), perdió los puntos que defendía del 2022 y Djokovic se volvió a beneficiar de la derrota del murciano.

La situación se convirtió en un tira y afloja entre el serbio y el español y Alcaraz volvió a la cima tras ganar en Queen's, el torneo previo a Wimbledon (que también se llevó tras vencer a Djokovic en una final épica que se decidió en cinco sets). No obstante, fue 'Nole' el que acabó el 2023 en lo más alto del ranking.

Los próximos pasos de Alcaraz

Alcaraz logró en el Inalpi Arena de Turín acabar número uno del mundo por segunda vez en su carrera deportiva y, al ser una experiencia ya vivida, el murciano tratará de aplicar lo que aprendió después de ese exitoso 2022.

Lo más inmediato es tratar de ganar la Copa de Maestros por primera vez en su carrera, un torneo que Rafa Nadal nunca consiguió y que es considerado el segundo en importancia tras los Grand Slams. Cabe recordar que las ATP Finals reparten 1.500 puntos.

Después de Turín, Carlitos viajará a Bolonia para disputar la fase final de la Copa Davis, otro torneo que nunca ha ganado y que quiere levantar. Ahí pondrá fin a su temporada y disfrutará de un merecido descanso antes de empezar a preparar el 2026, un año en el que tendrá que rendir al máximo desde el principio si quiere conservar el número uno.

Lo primero será el Open de Australia, el único Grand Slam que se le resiste hasta el momento. En 2025 llegó a cuartos de final y está obligado a defender los 400 puntos que sumó en Melbourne. Y si acaba ganando sumará 1.600, lo que le garantizaría más semanas en la cúspide del tenis mundial (la presión en las Antípodas la tiene Sinner como vigente campeón del torneo).