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25 de abril de 2024

Ilustración ACS

Lu Tolstova

La semana económica

Florentino choca con el poder de los Benetton

El desenlace de la operación Atlantia parece que no tendrá un final feliz para el presidente de ACS, aunque todavía hay que ver cómo acaba el partido

La familia Benetton se ha interpuesto en el siguiente gran paso que quería dar Florentino Pérez. La compra de las autopistas de la italiana Atlantia suponía para ACS convertirse en un gigante mundial de las concesiones de este tipo de activos, un negocio sobre el que ha puesto parte del foco de su rentabilidad futura. Atlantia gestiona 48 autopistas en 11 países, pero los Benetton, que son los principales accionistas, se han puesto enfrente del objetivo de ACS. Parece que lograrán mantener la italianidad de la compañía gracias a la oferta de 23 euros por acción que lanzaron el jueves pasado junto con el fondo Blackstone sobre la totalidad de la firma.
Ocurra lo que ocurra, no hay duda de que la trayectoria de Florentino Pérez al frente de ACS está siendo un éxito rotundo. Desde que comprara por una peseta el germen de la compañía en 1983 (Construcciones Padrós), la evolución ha sido fulgurante. Lleva diez años consecutivos siendo la constructora más internacional del mundo, según el ranking de Engineering News Record (ENR). ACS es hoy un monstruo que facturó 27.837 millones de euros en 2021, ganó 3.045, tiene algo más de 2.000 millones en caja, supera los 120.000 empleados y posee una cartera de proyectos de 64.379 millones, una cifra que empieza a aproximarse a los niveles prepandemia.
El futuro está asegurado, pero para lograrlo Florentino Pérez ha tenido que hacer muchas cosas bien. Desde que sacó de la quiebra a Construcciones Padrós hace 39 años, fue creciendo con otras adquisiciones. En 2003 protagonizó su primer gran hito, la fusión con Dragados, una compañía que entonces tenía 100.000 empleados, facturaba más de 10.000 millones de euros y obtenía un beneficio neto de 380 millones.
Su segundo gran hito fue la entrada en la constructora alemana Hochtief en 2006. Con 15.000 millones de facturación, 100 millones de beneficio neto y 41.000 empleados, era la empresa más importante del sector en su país y la tercera constructora más importante del mundo. Lo más relevante, en cualquier caso, era que le abría los mercados de Estados Unidos, Europa central, Australia y sudeste asiático, donde ya tenía una presencia importante.
El tercer gran hito fue la compra de Abertis en 2018 junto con la italiana Atlantia. Los transalpinos se habían lanzado en 2017 a por la concesionaria española de autopistas, pero en aquella ocasión ACS se interpuso y en marzo la adquirieron conjuntamente. Los italianos se quedaron con la mayoría (50 % más una acción), ACS con el 30 % y su filial alemana Hochtief con el 20 % menos una acción.
Ahora es Atlantia, que cuenta con los Benetton como principales accionistas, la que se niega a abrir el paso a Florentino Pérez. A través de su brazo inversor, Edizione, la tercera generación de la familia Benetton tratará de hacer valer su fuerza para hacerse con la totalidad de Atlantia, en la que actualmente tiene un 33 %.

El foco en las autopistas

La empresa presidida por Florentino Pérez sigue teniendo la construcción como principal fuente de ingresos: 25.879 de los 27.837 millones facturados en 2021 provienen de esta área. La gran mayoría del negocio está fuera de España. América del Norte representa un 59 % del total de ventas; Australia, un 19 %; Europa, un 18 %; Asia, un 3 %, y América del Sur, el restante 1 %. España supone solo un 11 % de la facturación total.
Con Abertis, ACS aparentaba querer seguir el mismo esquema de integración vertical de Ferrovial, que cierra el círculo construyendo y gestionando autopistas que va amortizando y luego recibiendo un retorno económico durante décadas. Abertis tiene autopistas muy importantes en Francia (varias muy bien valoradas en las afueras de París); en España; algunas en Italia y otras muy fuertes en Brasil y en Chile, aunque por ejemplo las de Brasil son de un carril, con menos tráfico e ingresos que los cuatro que tienen las de París. Ferrovial posee mejores activos que ACS en este terreno, pero tampoco son de mala calidad los que atesora la Abertis.
Las concesiones de autopistas están entre las vías que ACS explotará para aumentar la diversificación de su negocio. En otras áreas, como los servicios industriales, ha desinvertido. De hecho, la plusvalía de 2.909 millones obtenida por la venta de Cobra a Vinci a final de 2021 explica en buena medida la sólida posición de caja de ACS.
Atlantia es una de las empresas más rentables de su sector. Facturando 6.400 millones, fue capaz de generar un beneficio de explotación de 4.000 millones. 3.400 vienen de Abertis. Con estos datos, no es de extrañar que Edizione quiera mantener Atlantia. De ahí su potente oferta planteada el jueves, que valora la compañía en casi 50.000 millones de euros (deuda neta incluida).
Habrá que ver cómo encaja en los planes de Florentino Pérez si al final los Benetton se quedan con Atlantia. Está claro que de algún modo encontrará la vía para seguir creciendo, como ha hecho hasta ahora gracias al saber hacer de su equipo en la gestión de proyectos y de sus riesgos. Sin duda, es la mejor cualidad de la empresa, y le ha llevado a ser rentable en terrenos en los que no lo han sido sus competidores.
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