Las rebajas de verano esperan un gasto de entre 80 y 100 euros por cliente
Consumo
Las nuevas colecciones, la gran trampa de las rebajas
Los clientes se quejan de que hay productos sin rebajar porque han pasado a ser de la próxima temporada
Las rebajas de verano de 2022 van a ser diferentes. El estudio del portal idealo.es avanza que los precios de los productos más demandados en la campaña están un 58 % más caros que los de hace dos años.
Las organizaciones siguen lanzando recomendaciones estériles que los compradores tienen más que asumidas. Ya saben que el producto no puede ser de una calidad inferior, que debe tener la misma garantía que fuera del periodo de rebajas o la importancia de distinguir entre las rebajas y otro tipo de ofertas que conllevan también una bajada del precio, como es el caso de la liquidación y los saldos.
Nueva temporada
Un paseo por las principales zonas comerciales de Madrid como Goya o la calle Preciados es suficiente para que aflore un comentario que empieza a ser habitual: «La prenda que quería no tiene rebajas porque ahora es de nueva temporada», asegura una clienta que abandona Zara con las manos vacías.
Los expertos en retail avisan de que «las empresas ponen a la venta colecciones crucero o rebajas de mitad de temporada, las denominadas mid season, para activar las ventas entre temporadas». Esos productos se agotan rápidamente y muy pocos pasan a las rebajas porque los etiquetan de nueva temporada.
Los consejos para evitar la compra compulsiva que llevan años recibiendo los compradores han derivado en un control sobre los precios que ni las marcas pueden saltarse sin recibir quejas.
Entre los productos de nueva temporada hay prendas que se pusieron a la venta en marzo
«Hay prendas de temporada que se pusieron a la venta tras las rebajas de invierno que en julio no tienen descuento», se queja otra clienta a la salida de El Corte Inglés de Goya.
Esta práctica se suele hacer con la ropa, los electrodomésticos, tecnología, hogar o zapatería no reciclan los precios de los productos porque esperan a septiembre para poner en el mercado nuevos modelos y el verano es buen momento para dar salida a lo antiguo.
La nueva temporada debería ser realmente nueva, es decir, ponerse a la venta de cara al verano y no pasar a los expositores donde la mercancía está perfectamente doblada y expuesta con pulcritud mientras que la de rebajas reposa tirada en cualquier mesa.
Mientras que el gasto medio en las rebajas de invierno fue de 290 euros, para el verano se espera que sea de 80 a 100 euros. Una cantidad que la famosa nueva temporada se puede devorar en una o dos prendas.
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