La inflación amenaza con alargar la cuesta de otoño
Crisis de la inflación
Los españoles, ante la cuesta de otoño: «No quiero ni calcular lo que pagaré de más cada mes»
Los hogares se enfrentan a meses de precios disparados. El euríbor podría cerrar agosto en el 1,2 %. El material escolar sube un 25 %. El BCE debe elegir entre proteger el crecimiento económico o combatir la inflación
La pieza de la inflación promete seguir derribando los intentos de los españoles por escalar la cuesta económica que se levantará a partir de septiembre. El encarecimiento de productos y energía, el mayor endurecimiento de las condiciones de los créditos, la subida de las hipotecas, el empeoramiento del mercado laboral y las tensiones derivadas de una guerra sin fin en Ucrania, seguirán haciendo mella en las finanzas de los hogares. «Todo descansa en lo mismo, que es la inflación, y de ella se derivan el resto de los problemas a los que se enfrenta la economía», dice Pedro Serrano, profesor de Economía Financiera y Contabilidad de la Universidad Carlos III.
El reto es enorme. España, junto al resto del mundo, se enfrenta a una inflación muy diferente a la habitual. «Tradicionalmente se producía por un incremento extraordinario de la demanda potenciado por un gran momento de la economía. Sin embargo, esta vez se deriva de una caída de la oferta con un avance del PIB muy moderado, y los bancos centrales no tienen herramientas precisas para luchar contra esto», explica.
La vuelta al cole se encarece un 25 %
La incertidumbre es clave. Los gastos derivados de la vuelta al cole se han convertido en el preludio de un duro otoño. Millones de familias podrían sufrir una subida del 25 % en el coste del material escolar, según las asociaciones de padres de alumnos. Las cuentas ya eran altas el año pasado. La OCU calcula que el curso escolar 2021/2022 supuso unos 1.800 euros de media por hijo en edad escolar.
Los padres deberán afrontar un gasto medio de 1.800 euros por hijo en edad escolar
«El año pasado gastamos alrededor de 500 euros por niño solo en libros y uniformes», dice Javier, padre de dos hijos. Este año, deberá hacer frente a más de 1.000 euros en total. «A ello hay que sumar el gasto en actividades y clases extraescolares, mochilas, estuches y otros gastos que van surgiendo a lo largo del año», confiesa.
Carmen, con tres hijos, ha comprado parte de sus libros a través de una conocida aplicación de compraventa de segunda mano. «He alucinado con los precios que me pedían por libros usados», afirma. Aun así reconoce haber ahorrado más de 100 euros solo en material.
El euríbor alcanza su máximo en 10 años
No es todo. Las tensiones provocadas por el auge incontrolable de una inflación se acumulan. El euríbor se disparó este lunes a su nivel más alto desde febrero de 2012. El índice podría cerrar agosto en el 1,2 %, muy por encima de la cifra alcanzada hace un mes. Traduciendo, el repunte del euríbor podría encarecer en casi 115 euros al mes una hipoteca variable media de 150.000 euros a 30 años.
«La previsión es que el euríbor siga al alza y cierre el año con un valor de en torno al 1,50 % o por encima», dice Miquel Riera, responsable de Hipotecas en HelpMyCash.com. Los cálculos del comparador de productos financieros anticipan un aumento de 1.700 euros anuales para una hipoteca variable media.
«Tengo revisión de la cuota de agosto», dice Sonia, una enfermera que solicitó una hipoteca de 230.000 euros hace seis años. «Por suerte soy funcionaria y podré mantener mis ingresos, pero no quiero ni calcular lo que tendremos que pagar de más cada mes», dice.
Los bancos han multiplicado los tipos de las hipotecas fijas en solo un año
Muchos otros se anticiparon. Los bancos han sufrido un aluvión de peticiones para cambiar sus hipotecas de tipo variable a fijo. El cierre del euríbor en julio –en el 0,992 %– fue un gran aviso, y muchos clientes buscaron refugio. «Después de buscar mucho encontramos una hipoteca fija aceptable», dice Carlos, que modificó –no sin esfuerzo– sus condiciones con el banco el pasado mes de junio. «Al ver lo que podría pasar optamos por asegurar una cuota estable», afirma.
Sin embargo, cada semana es más difícil. Los bancos han empezado a ofrecer tipos cada vez más altos. «Lo más probable es que las entidades sigan subiendo sus tipos fijos en los próximos meses hasta situarlos alrededor del 3 % o del 3,50 %. Una subida muy drástica teniendo en cuenta que hace menos de un año se ofrecían hipotecas fijas por debajo del 1,50 %», afirma Riera, que pronostica la vuelta de las hipotecas mixtas que garantizan una cuota fija durante los diez o quince primeros años.
Subirá el paro de agosto a octubre
De lo que no se podrá escapar es de la tensión que comenzará a producirse en el mercado laboral. La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ya anticipa nuevas subidas del paro en agosto, septiembre y octubre.
«Es una de las consecuencias de la inflación», dice Serrano, que critica que la ministra de Trabajo haya animado a los trabajadores a ir a la huelga para exigir un incremento salarial con el que hacer frente a la caída de su poder adquisitivo. «Si se aprueba una subida de salarios, los empresarios empezarán a recortar por número de trabajadores y aumentará el despido», dice el profesor de la Carlos III.
Punto y aparte merece la tormenta de los precios de la energía, de la que dependen el resto de los productos. «Es ahí donde está el origen de la inflación», asegura Pedro Serrano.
La única manera de luchar contra este desafío parte de rebajar la demanda elevando los tipos de interés. «La receta original para luchar contra la inflación podría ser contraproducente y provocar una recesión», asegura el experto en Economía Financiera y Contabilidad, que explica que si el Banco Central Europeo (BCE) apuesta por una subida contundente de los tipos, la economía de los Veintisiete podría sufrir una fuerte caída. «Pero si el BCE no sube los tipos con la velocidad adecuada no se acabará con la crisis de la inflación», apunta.
El dilema parece decidido. El organismo europeo que dirige Christine Lagarde se ha alineado con el duro discurso de la Reserva Federal. Ambas instituciones subirán con fuerza los tipos en septiembre. La guerra contra la inflación tendrá un daño colateral: la recesión de la economía.
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