José María Rotellar

Así es el impacto negativo de Sánchez en la actividad empresarial

La creación de empresas ha caído un 6,5 % desde que Sánchez llegó al poder

La política de Sánchez, basada en el gasto público, las subidas de impuestos, el déficit estructural, la deuda exponencial y, sobre todo, la inseguridad jurídica, está suponiendo un freno importante a la inversión empresarial, tanto a la nacional como a la extranjera.

Así, la creación de empresas en diciembre cae un 1,6 % interanual, cifra que se eleva a una caída del 6,5 % si se compara con el momento en el que Sánchez llegó al Gobierno tras la moción de censura.

También baja mensualmente el capital suscrito de las mismas, al hacerlo un 37,8 %, así como el capital suscrito medio, que baja un 34,4 % intermensual.

Por su parte, el deterioro también se deja ver en las sociedades disueltas, que crecen un 6 % interanual, que llega a ser un 22 % en variación mensual, pero es que desde que gobierna Sánchez aumenta el número de sociedades disueltas un 112,13 %.

En cuanto a la inversión extranjera recibida, retrocede en 13.677,03 millones respecto al IITR-2018, un 68,1 %, que en términos trimestrales retrocede un 19,6 %.

Asimismo, la industria cae con fuerza, que denota malas expectativas que se están anticipando, así como un encarecimiento de los costes que muchas empresas empiezan a no poder asumir, especialmente costes energéticos, más elevados en España debido a la política energética errónea y demagógica del Gobierno, que se niega a apostar decididamente por la energía nuclear y por el fracking, negativa que está empobreciendo a toda la sociedad y haciendo que las empresas pierdan competitividad, mercados y, en definitiva, actividad económica, que desemboca en menos puestos de trabajo. El Índice de Producción Industrial (IPI), cae un 12,2 % mensual, retrocede un 3,4 % interanual y pierde un 14,3 % desde que gobierna Sánchez, con la cifra de negocios de la industria cayendo un 10,8 % mensual.

Esto es fruto de la política económica equivocada del Gobierno, sólo preocupado en su bienestar en lugar de preocuparse por el bienestar de los ciudadanos y de la economía. Con su incremento de gasto, aumento de impuestos, elevación de déficit y deuda e inseguridad jurídica, ahuyenta inversiones y dificulta la actividad económica, perjudicando la creación de puestos de trabajo, dejando muy maltrecha a la economía española, que hace que el horizonte se presente muy difícil.

Todo ello, refleja un escenario económico que cada vez se complica más. La ralentización es global, pero es especialmente importante y preocupante en España. Importante, porque se está frenando de manera más clara y está expuesta a mayores perturbaciones, como el incremento del coste de financiación y la prima de riesgo por su elevado endeudamiento; y preocupante, porque somos los que más alejados estamos de recuperar los niveles previos a la pandemia, en términos constantes, todavía a un punto de ello.

Y un riesgo adicional: Sánchez puede empeorar mucho más esta situación para intentar sobrevivir. Eso nos hace pensar que en los pocos meses que quedan de legislatura va a acelerar el gasto, va a hacer populismo electoral con él y va a dañar más todavía a la economía española. Si la UE no le pone freno, Sánchez puede deteriorar mucho más la situación.