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01 de mayo de 2024

Nadia Calviño es una de las protagonistas del Eurogrupo de hoy y del Ecofin de mañana

Nadia Calviño es una de las protagonistas del Eurogrupo de hoy y del Ecofin de mañanaEFE

Consideran que las crisis han terminado

Apriétese el cinturón: el Eurogrupo aprueba nuevos ajustes fiscales para 2024

La última reunión de ministros de Economía y Finanzas se cierra con un acuerdo para revisar el presupuesto comunitario en la era post COVID-19

Casi cinco horas han pasado los miembros del Eurogrupo reunidos la tarde del jueves para tratar cuatro temas principales: la orientación presupuestaria de la zona euro, el papel internacional de la moneda común, el futuro de la integración de mercados y capitales europeos y el marco legislativo del euro digital apoyado por la Comisión Europea y el Banco Central Europeo.
La vicepresidenta española de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, fue de los primeros dirigentes en acudir a la reunión poco antes de las 15 horas en Bruselas mientras caía una fuerte lluvia. Será ella la que lleve la voz cantante mañana durante la también primera reunión del Ecofin bajo la presidencia española. «Es fundamental evitar dar bandazos, abrir incertidumbres o deteriorar la confianza de los mercados y de las instituciones financieras internacionales que tanto hemos trabajado en estos cinco años», comentó al ser preguntada sobre la posibilidad de un cambio de gobierno el próximo 23-J.
Calviño no perdió la oportunidad de valorar positivamente la labor de los últimos cinco años de Ejecutivo socialista. «España ha hecho los deberes», aseguró, «hemos cumplido con los objetivos de déficit y deuda avalados por las instituciones europeas». Para remarcar esta idea, comparó el bono de deuda de España con el de Alemania: ambos pagan lo mismo.
Los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona dieron hoy por cerrada la etapa de expansión presupuestaria para hacer frente a la pandemia y a la guerra de Ucrania y abren la nueva de ajuste fiscal. El objetivo es sanear las cuentas públicas. Para esto también apretarán los cinturones de las economías nacionales cuando llegue el momento. Esta estrategia cala también en las capitales de la moneda común: Países Bajos, por ejemplo, piensa que es el momento de volver a «posiciones normales» tras el «ensanchamiento» de los presupuestos nacionales durante los últimos tres años.

Contexto internacional volátil

La pandemia de COVID-19 y la crisis energética provocada por la guerra de Ucrania han sido dos torpedos a la línea de flotación de la economía europea. A pesar de esto, Nadia Calviño se congratuló hoy al admitir que «resiste mejor de lo que estaba previsto». Las buenas expectativas para 2024 alimentan la esperanza de la recuperación total para 2025, fecha que ya predijo Christine Lagarde, presidenta del BCE, en 2020. Esto, eso sí, teniendo en cuenta que no todos retomarán la senda de crecimiento sólido pre-COVID. España está lejos de volver al camino anterior.
La Comisión prevé que la inflación subyacente de la zona euro aumente hasta el 6 % hasta final de 2023 y se mantenga levemente por encima del 3 % todo el año que viene. A esto se le suma la eliminación gradual recomendada de las medidas de apoyo a la energía, representando en este momento cerca del 1,25 % del PIB. Esto también lo sufrirán unos países más que otros, en especial los más dependientes energéticamente. Francia se ha lanzado a la construcción de centrales nucleares; Alemania, a reabrir minas de carbón. Todo sea por lograr el balance lo antes posible. El Eurogrupo se ha mostrado preocupado por equilibrar las deudas. Si se consiguiera, podría mejorar la compensación de las contribuciones de los Estados miembros al impulso fiscal en 2024.
Sobre el euro digital, el presidente del Eurogrupo, Paschal Donohoe, dejó claro que «las recomendaciones para su aplicación definitiva se harán definitivas en el primer semestre del año que viene». Los ministros son conscientes de las dudas que suscita su aplicación entre la población por motivos de seguridad y privacidad, pero a este respecto aseguró que «el efectivo seguirá estando garantizado en toda Europa». La idea es que ambas monedas convivan de la mejor manera posible. El comisario Paolo Gentinoli dejó claro que «no es fruto de una conspiración», sino un «trabajo común entre todas las instituciones europeas».
Ante los retos que plantea una economía global más interconectada y dependiente, el Eurogrupo sabe que «los más grandes mercados de capitales de la eurozona son pequeños a nivel global en comparación». Frente a este reto, la respuesta es siempre la misma: «necesitamos una Europa unida y fuerte».
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