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03 de mayo de 2024

Según los expertos consultados, han hecho falta 17 contratos para consolidar un empleo

Paula Andrade

El Gobierno presume de un mercado laboral menos precario, pero los contratos son cada vez más breves

El avance del que habla con los contratos de corta duración se contradice con otros datos

El Gobierno ha comentado ampliamente la mejora en los contratos de «muy corta duración»: los que duran menos de siete días. La estadística del SEPE refleja que entre enero y junio se han firmado en España 1,5 millones de contratos de este tipo, un 18 % menos que el año pasado y la mitad que en 2019, pero el estudio actualizado de los contratos realizados no deja tan claro que se haya avanzado significativamente en la mejora del mercado laboral.
Según un informe de Unión Sindical Obrera (USO), los contratos de duración inferior a una semana son porcentualmente los que más se realizan: un 19 % del total, y el 31 % de los contratos temporales que se realizaron en julio. Uno de cada tres contratos temporales duró menos de una semana. La duración media de los contratos temporales este mes de julio ha sido de 45 días, ocho días menos que en julio de 2021.
El número total de contratos también ha sido menor en el mes de julio: 1.431.383, un 13,5 % menos que en el mismo mes de 2021. El porcentaje de contratos indefinidos realizados se estaba estabilizando en el 44 %, pero este mes de julio ha descendido por debajo del 40 %, dos puntos menos que en 2022.
Como apunta USO, el incremento de la contratación indefinida coincide no solo con un descenso del número total de contratos; también con un incremento notable de la contratación a tiempo parcial y de los fijos discontinuos. «Solo el 13,6 % del total de contratos iniciales celebrados en julio son indefinidos a tiempo completo. Contrasta con el 39,1 % de contratos temporales celebrados a jornada completa», indican.
Los contratos indefinidos a tiempo parcial suponen el 8,1 % de total. Los fijos discontinuos alcanzan el 15,1 % del total de contratos. Rebasan por segundo mes a los indefinidos realizados a tiempo completo. No hay que olvidar que los fijos discontinuos realizan jornadas inferiores a la completa.
«Se está troceando el empleo existente y creando una situación donde tener un contrato indefinido no implica tener un salario que permita llegar a fin de mes. Una jornada reducida implica un salario reducido», señalan desde USO.
Indican que se está generando el perfil de trabajador en riesgo o en situación de pobreza teniendo un contrato indefinido. Hay trabajadores que firman más de un contrato indefinido al mes, con lo que se origina un incremento de las situaciones de pluriempleo. «Se necesita más de un contrato para llegar a fin de mes», afirman.

Un crecimiento de la afiliación poco sano

En opinión de los expertos de USO, la cuestión de fondo sigue siendo la misma: «Hay más contratos indefinidos, pero el incremento se está produciendo en la contratación a tiempo parcial. El aumento interanual de los fijos discontinuos y los indefinidos a tiempo parcial supera a los que se realizan a jornada completa. Estamos repartiendo las horas de trabajo».
Para conseguir el saldo positivo de 563.719 afiliados en la Seguridad Social ha sido necesario, según los datos del SEPE, realizar 16.177.131 contratos. Indica que, para conseguir ese incremento anual de la afiliación, cada afiliado tendría que haber realizado más de veintiocho contratos de trabajo. «¿Por qué duran tan poco los contratos? Ni siquiera los indefinidos son garantía de estabilidad», lamentan en USO.
«Esta situación de notable incremento de la parcialidad es la reforma no contada para aminorar el gasto en pensiones: menor tiempo cotizado y menor cotización llevarán consigo una menor pensión. Mientras se habla de récord de cotizantes, no se nos dicen las horas por las que están cotizando», añaden. «Trabajamos menos horas semanales de media en 2023 que en 2022, con un mayor número de personas ocupadas. Este déficit del número de horas nos está indicando que, si tenemos un teórico récord de ocupación, esta ocupación se está realizando con personas que no completan una jornada entera de trabajo: tenemos más personas trabajando y se trabajan menos horas semanales. Esto no favorece ni la calidad del empleo ni la productividad asociada a él».

Bastante más paro real que oficial

A esta precariedad en el empleo, hay que añadir que el número de parados reales en España es mayor del que se dice en las cifras oficiales. Si al total de personas inscritas en el SEPE como demandantes de empleo (4.320.468) restamos quienes ya están ocupadas (469.352), obtenemos el número de personas que no tiene una ocupación, está desempleada o simplemente parada). Son 3.851.116, 1.173.242 de las que refleja el paro registrado, que se da como número oficial de parados en nuestro país.
Comparando la cifra de parados registrados entre 2023 y 2019, USO concluye que solo ha descendido en 333.559 personas en estos cuatro años, una media de 80.000 personas cada año: «No parece que refleje un gran dinamismo en nuestro mercado de trabajo».
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