El ministro en funciones de la Seguridad Social, José Luis Escrivá
La cruda y precaria realidad del mercado laboral en España: 28 contratos de media al año por afiliado
El descenso en la afiliación en industria y construcción es «preocupante», según el sindicato USO
El ministro de la Seguridad Social en funciones, José Luis Escrivá, volvió a sacar pecho ayer con los datos de afiliación a la Seguridad Social. Aseguraba que se han creado más de 482.000 puestos de trabajo entre enero y agosto y que ya tenemos 1,3 millones más de empleos que antes de la pandemia.
El ministro en funciones no hace autocrítica sobre que seguimos en cabeza del paro en Europa a nivel general y entre los menores de 25 años. Tampoco comenta el menor número de contratos registrado en agosto (194.960 menos que en el mismo mes del año pasado) y en lo que llevamos de año (2.328.172 menos que en los ocho primeros meses de 2022), ni el menor número de contratos indefinidos a tiempo completo (11.486 menos que entre enero y agosto del año pasado).
La afiliación media a la Seguridad Social se ha situado en 20.706.500 personas en agosto, 185.385 menos que en julio. En comparación interanual, el crecimiento se ha acelerado una décima, hasta el 2,76 %, con 555.499 afiliados más que hace un año.
«Para conseguir ese incremento anual de 555.499 afiliados ha sido necesario realizar 15.982.171 contratos en un año. Cada afiliado habría realizado veintiocho contratos en un año; dos contratos cada mes. ¿Cuánto duran los contratos? ¿Si esto es calidad de nuestro mercado laboral, significa que tenemos conceptos distintos para ese término?», se preguntan desde Unión Sindical Obrera (USO).
Realizando un seguimiento de la afiliación diaria en agosto, el saldo neto a final de mes es de 250.621 afiliados menos. «El último día del mes hubo un saldo negativo de afiliación de 267.354. Todos los viernes hay un saldo negativo. ¿Por qué no actúa la Inspección de Trabajo?», se cuestionan en USO.
Por otra parte, el ministro habla de una reducción de la temporalidad generalizada, especialmente acusada en construcción y hostelería, mientras que USO alerta de un descenso en la afiliación «preocupante» en la industria y en la construcción.
El millón de subempleados –personas que trabajan a tiempo parcial pero quieren trabajar más horas– que Eurostat estima que hay en España se parecen cada vez más a las 1.148.346 personas que hay inscritas en nuestro país como demandantes de empleo ocupados, la categoría en la que se incluyen los fijos discontinuos aunque estén inactivos; es decir: parados.
No es un dato que ayude a saber cómo está en realidad nuestro mercado laboral, aunque está claro que hay más desempleados reales de los que solo figuran como parados registrados; en concreto, casi medio millón más, si a los parados registrados (2.702.700) sumamos los registrados en el SEPE que no trabajan o no están ocupados: los que están inscritos como Otros no ocupados (194.255) y como Personas con disposición limitada o demanda de empleo específico (303.801).
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