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03 de mayo de 2024

Fachada de un edificio en Madrid

Fachada de un edificio en MadridEuropa Press

El giro de última hora con la TUR vecinal atrapa a los intermediarios: «Nos tenemos que comer el gas»

Las que firmaron contratos y compraron gas a finales de 2023 se ven gravemente perjudicadas por la prórroga anunciada el día 28 de diciembre

No fue una inocentada, aunque se anunciase el pasado 28 de diciembre. José Luis lo sabía cuando leyó el detalle de las medidas anticrisis que se prorrogaban en 2024. Tiene una asesoría energética especializada en comunidades de vecinos y su trabajo consiste en conocer las ofertas de las comercializadoras para ofrecer el mejor precio a sus clientes. «Llevo seis años dedicado a esto», explica este ingeniero industrial «y he visto auténticas barbaridades en las facturas, los precios que se pagan, las tarifas... hay mucho descontrol y yo me dedico a asesorar a las comunidades de vecinos que son de las que más se abusa».
Pero el drama para José Luis llegó en el momento en el que subrayaba con su bolígrafo el Real Decreto del Gobierno que prorrogaba la Tarifa de Último Recurso (TUR) hasta junio de 2024 y dejaba tocadas a varias comercializadoras, que ya habían comprado el gas acordado con las comunidades de vecinos previamente. «Aguantamos al 22 de diciembre para firmar los contratos porque era difícil pensar a que después de esa fecha, con solo dos días hábiles, fueran a anunciar algo de tal magnitud», comenta.

¿Qué es la TUR?

Por poner en contexto al lector, hay que explicar que las comunidades no pueden acogerse a la TUR porque habitualmente superan los 50.000 kWh de consumo anual. Pero las medidas anticrisis tras la invasión de Rusia en Ucrania y los problemas con la dependencia del gas ruso, provocaron que el Gobierno subvencionase los precios por la reducción de la oferta y el encarecimiento de la energía.

Nadie pensaba que después del 22 de diciembre fueran a anunciar algo de tal magnitudJosé LuisEmpresario

En la TUR el Gobierno fija los precios cada trimestre y solo pueden acceder a ella los pequeños consumidores. Pero la presión social en aquellos meses hizo que esto cambiara, «al final los usuarios finales son personas, si tienes vivienda con calefacción individual, tu consumo anual está por debajo de 50.000 kW y puedes acogerte a la TUR, pero el código técnico de edificación te obliga a hacer calderas comunitarias que superan ese consumo anual y te impiden acceder a esta tarifa. Parece que tenía sentido este nuevo acceso».

Precios fijos

Desde hace años, la mayoría de las comunidades de vecinos están asesoradas por empresas de servicios energéticos, conocidas como ESE, aunque este no es su caso porque estas empresas se encargan de la gestión integral de las instalaciones de energía. «Muchas no están incentivadas», revela José Luis «y acaban trasladando el precio por el que compran la energía a los vecinos, sin más». Y da un detalle extra, «las que tenían el precio fijo, tras la guerra, rompieron sus contratos y empezaron a cobrar como a ellos les cobraban el gas. 'Yo compro gas caro y vendo gas caro'», detalla.

Las que tenían el precio fijo, tras la guerra, rompieron sus contratos y empezaron a cobrar como a ellos les cobraban el gasJosé LuisEmpresario

Denuncia que: «No tiene sentido que esas comunidades gestionadas por empresas de servicios energéticos tengan acceso a la TUR porque quien toma las decisiones y cobra por ello sacando un beneficio, no es un particular, es una empresa con ánimo de lucro y debería asumir el riesgo de sus decisiones. Y ahora puedes comprar el gas con precios TUR y se los traslada como ellos consideran a los vecinos. ¿Qué sentido tiene que los vecinos paguen a estas empresas si compran el gas a precio regulado?».

«Hecatombe»

En el último trimestre de 2023 se empezó a gestar el caos desde el Gobierno. Las consecuencias de los acuerdos del 28 de diciembre han sido catastróficas para estas comercializadoras, aseguran.
Todo indicaba que la TUR de comunidades de vecinos desaparecería en 2024, tal y como se publicó en una ley de octubre de 2023. Los precios estaban estables, alrededor de los 32 euros/MWh y las medidas extraordinarias dejaban de tener sentido. El Gobierno anunció entonces que subía el IVA de la luz y del gas, indicador de que el problema había mermado.
«Los días pasaron y el 22 muchos de nuestros clientes decidieron cumplir la ley, que obligaba a tener un contrato para el 1 de enero ante la desaparición de la TUR y cerrar precios en el mercado libre con precios de activación para el 1 de enero de 2024», comenta José Luis.

Nosotros teníamos que comprar el gas que acabábamos de vender por contrato a nuestros clientesJosé LuisEmpresario

Y así se firman contratos en miles de comunidades de vecinos de toda España a precios fijos o indexados en el mercado libre. «Las comercializadoras tuvieron que comprar el gas que acababan de vender por contrato a nuestros clientes», explica. Pero llegó el día de autos, el 28 de diciembre, cuando un decretazo más del Gobierno prorrogó seis meses la TUR en comunidades de vecinos y, lo peor de todo, aseguró que no hubiera perjuicios ni sanciones si se rompía el contrato antes del 15 de enero por parte de las comunidades.
«Ha sido una hecatombe porque los clientes están rompiendo esos contratos y las comercializadoras y las asesorías energéticas no tenemos que comer todo ese gas que habíamos comprado a mercado que, encima, se compró a un precio algo más alto porque hubo mucha demanda. Ahora no lo pueden vender porque el precio de la TUR siempre será más bajo», se lamenta y finaliza diciendo que «hay una inseguridad jurídica brutal». Hasta tal punto el Gobierno ha puesto patas arriba este mercado que «las comunidades de vecinos se encuentran atrapadas entre las empresas con las que han rescindido y las nuevas porque ninguna les acepta».
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