Agricultores franceses queman frutas españolas durante una manifestación
De los «tomates incomibles» al saqueo de camiones, Francia recrudece sus ataques al campo español
Sus políticos alientan a los agricultores a que ataquen los productos españoles en las carretera galas, pero evitan señalar a Marruecos
Francia y España tienen unas relaciones agrícolas muy tensas desde hace años. El campo galo y el español pugnan por liderar las exportaciones en Europa, pero «España tiene el hándicap de que tenemos que atravesar la frontera francesa para llegar a Alemania, Austria o a Italia», explica Manuel, dueño de una granja de aves en un pueblo de Córdoba que comerciaba con sus animales hacia el norte de Europa.
«Ahora ya protegen sus productos y tienen buenos criaderos en la zona de Bretaña, pero recuerdo cuando venían los camioneros hace años a por pollos o capones a mi nave y me contaban que cruzar la frontera era una tortura porque, además de vaciar los remolques, los quemaban o los tumbaban», rememora Manuel.
Francia ha atacado las fresas de Huelva o las verduras y naranjas de Valencia
En el 1994, ya con el tránsito libre de mercancías, fueron las fresas de Huelva. Miles de camiones que transportaban este producto fueron quemados ante la indiferencia de París y de Bruselas. En 2014, ya bajo el marco comunitario, el Gobierno francés puso en marcha una ecotasa de 200 euros para los camioneros españoles que cruzasen Francia. Otros incidentes se repetirían en 2016 y 2017 con verduras o naranjas de Valencia…
Lo último han sido los ataques de los agricultores a los camioneros españoles de finales de enero. En los pasos fronterizos se han quemado frutas y hortalizas y se han secuestrado camiones durante 48 horas con el único fin de recrudecer sus exigencias a su propio gobierno.
Decenas de tractores bloquean parte de la autopista A6 en Chilly-Mazarin, al sur de París
Según la plataforma Fenadismer, «en el caso de la flota de transporte española, un 40 % está dedicada a transporte internacional, en concreto 26.000 empresas y más de 130.000 camiones, los cuales en más de un 90 % tienen que transitar obligatoriamente por territorio francés para llegar a cualquiera de los destinos europeos» y añade que «son más de 11.000 los camiones que diariamente cruzan por la frontera española de la Junquera y en torno a 10.000 por la de Irún en dirección a Europa, solo en paralizaciones a los transportistas los perjuicios ocasionados podrían alcanzar los 10 millones de euros diarios».
Viticultores
El pasado mes de octubre, medio millar de viticultores se plantaron en el antiguo paso fronterizo de Le Perthus, al norte de La Jonquera, para saquear los camiones que transportaban productos españoles al país vecino.
Los viticultores franceses sabotean un cargamento de tomates españoles.
Bajo la excusa de proteger el vino francés, los sindicalistas destruyeron todo lo que encontraron a su paso ante la impasible mirada de los gendarmes. A pesar de atentar contra la libre circulación de mercancías, se trataba de un modus operandi bastante habitual que suele contar con la indiferencia de las autoridades francesas.
Los sindicalistas destruyeron todo lo que encontraron a su paso ante la impasible mirada de los gendarmes
Los viticultores galos se quejaban de que el vino a granel procedente de España se embotella en Francia para su comercialización como producto francés.
Los sorprendente es que las reivindicaciones son contra su gobierno, pero arruinan a los transportistas españoles por el camino. A Macron le piden la transformación de los préstamos garantizados por el Estado en préstamos subvencionados, medidas bancarias de apoyo específicas para aliviar el flujo de caja de las explotaciones vitivinícolas o ayudas por sequía para las empresas.
Francia
En los últimos años el Gobierno francés ha mostrado un importante intervencionismo en el sector de la alimentación. Mientras persigue el uso de emblemas nacionales en envases de productos procedentes de otras latitudes, obvia las denominaciones de origen de productos extranjeros como el jamón ibérico pata negra.
Con la inflación en su punto más alto, el Ejecutivo de Emmanuel Macron decidió intervenir el precio de más 5.000 productos para evitar la reduflación y las subidas.
El Ejecutivo de Emmanuel Macron decidió intervenir el precio de más 5.000 productos
La idea de Manuel sobre los ataques a los españoles, la comparten desde COAG: «Es un problema de su industria, no tiene sentido quejarte en la frontera de un origen concreto». «¿Qué pasa con la producción de otras zonas de Europa? Vaciando un camión o atacándonos en la frontera se desvía la atención, lo que viene muy bien al Gobierno francés», reflexiona Miguel Padilla, secretario general.
Royal y Attal
La clase política francesa sabe que el blanco más fácil al que disparar son los productos españoles mientras negocia una «excepción agrícola francesa» por entender que los productos franceses necesitan una protección especial por estar íntimamente ligados con la identidad del país y los derechos de sus ciudadanos. «Vamos a seguir avanzando para luchar contra la competencia desleal. A nuestros agricultores se les imponen reglas que a otros no», aseguró Gabriel Attal, primer ministro francés.
Según el político, la legislación medioambiental en España e Italia es más laxa, lo que va en detrimento de los productores franceses y, por ese motivo, el Ejecutivo francés quiere «proponer más medidas» a escala comunitaria para frenar esa supuesta «competencia desleal».
La exprimera ministra de Ecología, Desarrollo Sostenible y Energía del Gobierno francés, Ségolène Royal, ha arremetido contra las frutas y verduras provenientes de España. Ha señalado que los productos orgánicos españoles compiten de manera «escandalosa» con los productos franceses y atacó asegurando que: «¿Alguna vez han probado los tomates supuestamente orgánicos españoles? Son incomibles. La producción orgánica española es falsa y no respeta las normativas francesas»
Marruecos
Después de España, Francia pone el foco en tratado de la UE con Mercosur, al que da por enterrado, para evitar críticas a Marruecos. Los agricultores españoles no han tenido problema en señalar al país norteafricano y arremeter contra pactos de Europa con Marruecos en temas agrícolas. Pedro Barato, presidente de ASAJA desveló que: «El problema es que la mano de obra en Marruecos tiene un precio, el agua no tiene precio porque es gratis, la energía los estamos poniendo plantas fotovoltaicas con ayuda de la UE y esto sí es cuna competencia totalmente desleal, con la agricultura española y con la agricultura europea» y añadió, «Que no echen la culpa a los españoles, podrían mirar un poco más abajo, a Marruecos, pero parece que para los franceses es intocable».
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