El secretario General de ONU Turismo, Zurab Pololikashvili.
Los escándalos acorralan al jefe de la ONU para el turismo, vinculado al conseguidor Víctor de Aldama
Una veintena de países –entre ellos España– ha exigido que Pololikashvili abandone el cargo de forma inmediata
La agencia de la ONU encargada de la promoción del turismo atraviesa una grave crisis institucional justo antes de la elección de su próximo secretario general, prevista para este viernes en La Granja de San Ildefonso. Varios países acusan al actual dirigente, el georgiano Zurab Pololikashvili, de utilizar su cargo para obtener apoyos de cara a la reelección. Además, su nombre aparece vinculado al empresario Víctor de Aldama, principal conseguidor del caso Koldo.
La situación ha escalado hasta el punto de que una veintena de países –entre ellos España– ha exigido que Pololikashvili abandone el cargo de forma inmediata, sin agotar su mandato, que finaliza en diciembre. Aunque hoy se vota al nuevo secretario general, su ratificación oficial no tendrá lugar hasta noviembre en Riad, por lo que proponen instaurar un mandato interino entre junio y diciembre para evitar una prolongación del conflicto.
El pasado viernes, Georgia retiró su apoyo a Pololikashvili, dinamitando cualquier posibilidad de reelección. En respuesta, el secretario general envió una carta a las autoridades de su país denunciando «maniobras poco claras, inexplicables y difíciles de justificar desde una perspectiva institucional». En el documento, advertía sobre una «preocupante falta de respeto» hacia la organización y sus principios de integridad y transparencia.
La misiva provocó el enfado de los países críticos, todos miembros del Comité Ejecutivo de ONU Turismo –la antigua OMT–, que acusan al georgiano de utilizar su cargo, los recursos y el personal de la organización en beneficio de su propia candidatura. Según denuncian, habría ofrecido eventos y otros favores a cambio de apoyos, «en una estrategia incompatible con la imparcialidad que exige el cargo».
Por ello, consideran necesario adoptar «un mecanismo preventivo que garantice la integridad organizacional en caso de nuevas conductas disruptivas». Proponen la creación de un grupo de trabajo, presidido por España como país sede y liderado por un director ejecutivo interino.
Relación con Aldama
La figura de Pololikashvili ha estado envuelta en controversia durante años. En 2020, los ex secretarios generales de ONU Turismo, Taleb Rifai y Francesco Frangialli, lo acusaron de maniobras injustas y poco éticas durante la pandemia para asegurarse su reelección para el periodo 2022-2025, como finalmente ocurrió.
El nombre del actual secretario general también está vinculado con el empresario Víctor de Aldama, presunto conseguidor del caso Koldo. Pololikashvili, aprovechando su experiencia previa como embajador de Georgia en España, impulsó el nombramiento de Aldama como cónsul honorario de Georgia en Zamora, en junio de 2021. Este cargo, revocado en marzo de 2024, le otorgó un pasaporte diplomático que usaba en sus viajes y gestiones internacionales como respaldo para sus negocios.
Aunque quizá la conexión más preocupante sea el supuesto plan de ambos para crear bancos en Georgia. Según publicó The Objective, a finales de 2022 estudiaron la creación de entidades bancarias para canalizar fondos procedentes de operaciones ilícitas, específicamente de la importación de petróleo venezolano, sorteando así las sanciones impuestas por la Unión Europea y Estados Unidos.
La relación entre ambos se habría forjado gracias a Javier Hidalgo, entonces CEO de Globalia –matriz de Air Europa–, con quien Pololikashvili mantenía una estrecha amistad. Aldama llegó a asistir a eventos oficiales de ONU Turismo, presentándose como directivo de Globalia, pese a no formar parte de su consejo de administración. Estos vínculos coincidieron con el polémico rescate estatal a Air Europa.