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Las agencias de ráting ensalzan la economía de Sánchez ante la inoperancia del PP

Moody's y Fitch se suman a la mejora otorgada por S&P a la calificación de la economía española hace dos semanas, aunque no supone ninguna garantía. A Grecia le daban una calificación positiva (A) antes de su gran debacle.

Madrid Act. 27 sep. 2025 - 11:10

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, conversa con los ministros de Hacienda, María Jesús Montero, y de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños (d) durante el debate de la Ley Orgánica de amnistía

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, conversa con los ministros de Hacienda, María Jesús Montero, y de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños (d) durante el debate de la Ley Orgánica de amnistíaEFE

Las agencias de calificación de riesgos Fitch y Moody's se han unido a la mejora de la previsión sobre la economía española que hizo Standard & Poors (S&P) hace dos semanas, algo que parece «una vergüenza» a algunos economistas consultados por El Debate.

Otros simplemente no están de acuerdo con esa mejora, basándose en algunos datos económicos objetivos que comparten con quienes hablan de «vergüenza». Entre esos datos está obviamente la elevada deuda que tiene España: «2025 es el decimoctavo año consecutivo en el que todos los intereses de la deuda pública española se pagan con más deuda pública. En ese contexto, que ha llevado la presión tributaria al máximo histórico en España, ni siquiera han eliminado el déficit primario del país -diferencia entre ingresos y gastos del Estado excluyendo los intereses de la deuda-. Sería un elemento más que suficiente para no mejorar la calificación de la economía española», señala el economista Diego Barceló.

Pero las agencias de calificación y otros entes como la OCDE mejoran sus perspectivas sobre la economía española, y lo hacen sin que el PP ponga el grito en el cielo con datos. Cuando gobernaba Rajoy, las agencias incorporaban en sus informes todo tipo de información crítica, pero informes como el último de S&P no hacen lo mismo al contrario, ahora con el Gobierno de Sánchez. «El PSOE está pendiente constantemente de estas cosas cuando está en el Gobierno. Por eso no nos bajaron el rating cuando estaba Zapatero. El Partido Popular nunca está pendiente de estas cosas, ni siquiera cuando está en el Gobierno. Se cree que la realidad y la verdad prevalecerán en algún momento sin hacer nada», lamenta una fuente conocedora. Y no solo en esta cuestión: «Acaba de salir que el INE ha bajado el peso de los alimentos y la vivienda para disfrazar el IPC, ¿y qué han dicho? Es preocupante la incomparecencia del PP en cuestiones económicas. La influencia del PP y de la oposición es inexistente en el ámbito económico. Y ahora ha venido Nadal, que no quiere tener polémicas con la prensa. Pues no va a hacer nada», añade la misma fuente. El Gobierno va a llegar a las elecciones con unos datos que dicen que la economía española crece y con el ráting subido, sin que el PP desmonte esos argumentos.

Esta fuente conocedora de los entresijos del PP señala además que el Partido Popular no tiene influencia en medios de comunicación extranjeros, grandes bancos de inversión, agencias de ráting u organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), una cuestión que le vendría bien solucionar pronto.

Más allá de estos problemas del PP, y al margen del autobombo que pueda darse el Gobierno por estos informes, economistas de prestigio destacan que hay que hacer un caso relativo a lo que dicen las agencias de ráting: «Han perdido toda la credibilidad», afirma Daniel Lacalle. «En el año 2007 le subieron el ráting -la calificación- a Grecia, justo antes de su descalabro. Decían que era un motor de crecimiento, que estaba reduciendo sus desequilibrios... Le dieron un rating A -solvencia alta, aunque no la más alta- y un outlook -perspectiva- estable», añade.

Ahora «están ignorando todas las señales de alarma de una economía, la española, en la que el Gobierno está implementando exactamente las mismas políticas que han llevado a que Francia esté en una crisis de deuda. Es verdad que las agencias te dicen que, como Francia y Alemania van muy mal, España va muy bien, pero el ráting no ha de ser relativo: ha de ser absoluto, referido a cada país en concreto. Subir el ráting a España porque se lo empeoras a Francia es hacerse trampas al solitario, como se hizo en 2007 con Grecia», apunta Lacalle.

En su opinión, este tipo de cuestiones es la que ha hecho perder la credibilidad a estas agencias: «Porque reaccionan excesivamente tarde, como ha ocurrido en el caso de Francia, y porque de algún modo incentivan la irresponsabilidad fiscal, en una época en la que los datos están dopados por el gasto público y por la inflación».

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