El presidente de Indra, Ángel Escribano, en un acto reciente.
La fusión de Indra con Escribano se aprobará en diciembre
Se hará, casi con toda probabilidad, en el último consejo de administración del año
La controvertida fusión de Indra con la empresa familiar de su presidente, Escribano, se aprobará casi con toda probabilidad en el último consejo de administración de la compañía de este año, que tendrá lugar en diciembre, según ha podido saber El Debate de fuentes conocedoras.
Antes de que se concrete esta operación, el consejo de administración se reunirá esta tarde. Lo hará para abordar la finalización del mandato de seis de sus consejeros, cinco de ellos independientes, que previsiblemente abandonarán la compañía en su mayor parte para dar paso a miembros más afines que, entre otras cosas, faciliten la operación de Indra con Escribano.
Los cinco independientes cuyo mandato terminó ayer y que casi con toda seguridad serán relevados hoy son Belén Amatriain, Virginia Arce, Coloma Armero, Olga San Jacinto y Bernardo Villazán.
Junto con la renovación de los consejeros, es de esperar que en la reunión se aborde el cierre de la compra de Hispasat por 725 millones de euros. Además de su división de satélites geoestacionarios, un negocio en el que ha crecido de manera significativa la competencia con la aparición de operadores como Starlink, la adquisición incluye que Indra tomará el control de Hisdesat, la parte de satélites militares de la compañía. Esta parte es especialmente interesante, entre otras cosas porque le convierte en un proveedor esencial del Ministerio de Defensa.
La reunión se produce en un momento en el que Indra está disparada en Bolsa. Ayer el precio de su acción llegó a rebasar los 50 euros por primera vez en la historia. Se ha revalorizado un 186,16 % en lo que va de año –Ángel Escribano es presidente de Indra desde enero–, y la empresa ya vale 8.684 millones de euros en Bolsa.
Esta aparente euforia, que viven también otras empresas de su sector por el aumento del gasto en defensa, contrasta con las voces críticas con la operación de fusión con Escribano. Un comité de independientes sigue estudiando dentro de la compañía el posible conflicto de intereses por estar en juego la compra de la empresa familiar del actual presidente de Indra, Ángel Escribano. JP Morgan y Santander la han valorado recientemente en 2.000 millones de euros.
Los más críticos sugieren una posible concertación entre varios accionistas de Indra que rebasan con creces el 30 % del accionariado (SEPI, Amber Capital –Joseph Oughourlian– y SAPA) para comprar Escribano. Si la CNMV concluyera que es así, obligaría a esos aliados a lanzar una oferta sobre el 100 % de la compañía, según indica el decreto-ley sobre opas. También entraría en el supuesto de concertación nombrar o destituir por acuerdo de esos aliados un número de consejeros que supusiera un cambio en el equilibrio del consejo. Accionistas minoritarios podrían impugnar la compra de Escribano alegando infracción de normas de buen gobierno o perjuicio al interés social, y dilatar la decisión o alterar sus condiciones con efectos retroactivos.
Todavía quedan, por tanto, algunas incógnitas por despejar, pero todo apunta a que Indra se fusionará con Escribano, tal como han sostenido desde el principio los protagonistas de esta operación y hemos contado en este periódico.