Siempre nos quedarán los británicos, porque el resto está dejando de venir a España

Tenemos ya los datos publicados por el INE de Elena Manzanera, que se ve que todavía no ha recibido una llamada de la Moncloa para que trate de ajustar el número de turistas extranjeros que nos visitan para que llegue a 100 millones, cifra que «garantizó» el presidente del Gobierno antes de irse de vacaciones para demostrar que la economía española iba como un cohete.

Por desgracia, el gafe del presidente se mantiene y septiembre, en numero de turistas recibidos, ha sido un desastre monumental. Mientras el año pasado en septiembre el número de turistas recibidos creció un 10,8 %, este año solo crece el decimal del año pasado, es decir, un 0,8 %.

De los cinco países del mundo que más turistas vienen a España, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia y Países Bajos, en el mes de septiembre, salvo los británicos, todos los demás han reducido el número de turistas que han llegado a nuestro país.

De los Países Bajos han venido un 3,7 % menos, de Italia han bajado un 2,7 %, de Alemania se nos han caído un 2,5 % y de Francia un 1,6 %, solo han crecido los británicos que lo hacen un 2 %. Y los dos países que más nos quieren, son muy pequeños comparados con estos, Irlanda que crece un 13,4 % y Portugal, nuestros vecinos, que crecen un 7,8 %.

En septiembre del 2024 nos visitaron 9,6 millones de turistas en el mes de septiembre y en total sumaron 806.590 turistas más, este año la cifra solamente se ha incrementado en 79.502, lo cual demuestra la decadencia que está sufriendo nuestra primera industria de exportación de servicios.

El turismo ha sido uno de los factores que más ha hecho crecer en términos corrientes nuestra economía. Para que nos hagamos una idea, las exportaciones de servicios, en todo el 2024 en términos corrientes, crecieron un 12,9 %, con los cuatro trimestres creciendo a dos dígitos (T1=+12,3 %, T2=+14,7 %, T3=+14,3 % y T4= +10,4 %).

En 2025 se ha ralentizado mucho el crecimiento de esta rúbrica con un primer trimestre de 2025 igual a un 6,4 %, pero en el segundo trimestre solo creciendo un 0,8 %.

Lo que esto implica es que a Elena Manzanera le va a tocar trabajar horas extras, para conseguir que Sánchez y Carlos Cuerpo, ministro de Economía, estén contentos con ella, porque la tezanización del PIB va a costarle muchos esfuerzos.

En 2025 se ve que todo el esfuerzo que hemos hecho por cargarnos el turismo ha surtido efecto y estamos a punto de conseguirlo

Las exportaciones de servicios en 2024 supusieron la más que respetable cifra de 203.533 millones de euros, con un peso sobre el PIB nominal de un 12,7 % y, por lo tanto, el parón de este sector va a obligar a Manzanera a poner todas sus dotes de creatividad para resolver el problema.

Para que quede claro lo que está pasando les he preparado una tabla y un gráfico que lo explican:

Aquí pueden ver, lo que ha pasado con los crecimientos mensuales de la llegada de turistas en los últimos tres años y se ve claramente la desaceleración del crecimiento que está teniendo nuestro sector. De acuerdo que el crecimiento del 2023 es atípico, porque fue el año de la recuperación definitiva de la pandemia, pero el 2024 fue un gran año, batiendo todos los registros y en 2025 se ve que todo el esfuerzo que hemos hecho por cargarnos el turismo ha surtido efecto y estamos a punto de conseguirlo.

Así ya tenemos a Francia, que en el acumulado decrece un 0,1 %, que Alemania ya solo crece un 1,4 %, que el total del crecimiento del año ha perdido otras 4 décimas con respecto a agosto, que llevaba un 3,9 % de crecimiento acumulado.

En lo que va de año, han venido todavía 2,6 millones de turistas más que en 2024, pero en ese año a la misma fecha llevábamos 7,2 millones más de turistas, 2,7 veces más que este año.

Hay que felicitar al ministro de Turismo, Jordi Hereu, por su gran gestión en hundir nuestra principal fuente de exportaciones de servicios y dar un fuerte abrazo al Gobierno de Cataluña, al de las Islas Baleares y al de las Canarias por el compromiso que han puesto en hacer que venga menos gente, porque lo están consiguiendo.

Todos juntos están a punto de lograr que los turistas escojan otros destinos y cuando se coman los mocos los hosteleros, los restauradores, los cocineros, los comerciantes que vendían productos a dichos gremios, los empleados fijos discontinuos, habrán culminado la mayor de las estupideces posibles, que es cargarse un sector que funcionaba de maravilla.

Pero como en Casablanca, siempre nos quedarán los británicos, esos habitantes de la pérfida Albión que de momento nos siguen siendo fieles.