Las discrepancias del INE: un PIB real imposible
Es más importante cobrar 134.000 euros al año y ponerse de rodillas ante el ministro de Economía, que a su vez se pone de rodillas ante el Presidente y todo para poder decir que algo va bien en España, cuando ya no se si algo va realmente bien
Me imagino que después de lo que voy a explicar, tendré que ponerme un traje de buzo para pasear por la calle porque los ataques que voy a recibir van a ser memorables.
Prácticamente todos los economistas que no somos palmeros del Gobierno y que creemos que nuestro crecimiento económico está sostenido por el crecimiento del gasto público, hoy se van a escandalizar con lo que voy a explicar sobre los datos del PIB que ha publicado el Instituto Nacional de Estadística (INE) el pasado día 29 de octubre.
He necesitado de un domingo tranquilo para poder estudiarlo con tranquilidad, colocar los datos en mi modelo de análisis y empezar a comparar los datos del PIB Nominal (con inflación), la inflación y el PIB Real (descontada la inflación).
Repito que en la web del Consejo General de Economistas, al explicar la diferencia entre PIB Nominal y Real dice: «El PIB nominal es el valor, a precios de mercado, de la producción de bienes y servicios finales producidos en un país durante un determinado periodo de tiempo, que suele ser un año, mientras que el PIB real es el valor de dicha producción a precios constantes. Esto significa que el primero, el nominal, refleja los incrementos o disminuciones de estos precios, si hay inflación o deflación respectivamente, mientras que el PIB real toma como base los precios de un año y permite hacer una comparación de la producción de un determinado país en periodos de tiempo diferentes, al aislar los cambios ocasionados en los precios, reflejando perfectamente el poder adquisitivo neto, sin importar los cambios de precios a lo largo del tiempo».
Ejemplo: suponemos que en una economía determinada la inflación es de 5 % respecto al año anterior y su PIB nominal es del 4 %. Entonces el PIB real sería de -1,0 %.
Dicho esto, lo primero que quiero que vean son los datos del PIB de los nueve primeros meses del 2025 comparado con el mismo período de tiempo de 2024:
El PIB nominal crece un 5,5 %, la inflación a cierre de septiembre era de un 3% y, por lo tanto, el PIB real debería de crecer un 2,5 %, pero según el INE crece en términos interanuales un 2,8 %. Lo cual nos muestra que el PIB está inflado en un 0,3 %, o si lo prefieren hay una discrepancia estadística del 0,3 %, a favor del Gobierno.
Pero veamos a continuación lo que pasa con la Inversión, o Formación Bruta de Capital, que es donde más se equivoca el INE y donde más tiene que corregir, casi siempre:
Como podemos ver el crecimiento con inflación de la FCB es de un 7,3 %. Así, el crecimiento debería ser de un 4,3 % y resulta que la FCB crece sin inflación más que con inflación y lo hace incluso un 0,3 % más.
Más que una discrepancia estadística es una paradoja estadística, porque es difícil creer que, con una inflación disparada como la que tenemos, se pueda crecer más sin inflación que con inflación.
Pero hay más incongruencias/discrepancias/tezanización de los datos. Veamos qué pasa con las exportaciones de bienes:
Ya he explicado en anteriores artículos, que las exportaciones de productos están estancadas desde el 2022 y que casi ni crecen en términos nominales, y lo que nos dice el INE es que en este período ha crecido sólo un 0,8 %, lo cual nos debería llevar a un decrecimiento del 2,2 %, pero el INE dice que solo decrecen un 0,1 %. Otra discrepancia que favorece el crecimiento del PIB y nada menos que en otro 2,1 %.
A continuación, vamos a ver lo que ha pasado con la partida que resta al PIB, que son las importaciones de bienes y servicios, donde la discrepancia es brutal y obviamente resta menos, para que así crezca más:
El incremento de las exportaciones de bienes y servicios crece hasta un 18,1 %, con lo cual el crecimiento debería de haber sido de un 15,1 %, pero nos dicen que solo ha sido de un 6,1 % por ello, asombra que la discrepancia estadística sea de 8,9 %.
Y, por último, sabemos que los gastos públicos se están disparando, creciendo un 6,1 % : España, de los grandes de la UE que más incrementa el gasto público, una parte muy sustancial de ese gasto público va a la creación de riqueza, o PIB, como todos los salarios públicos, que están creciendo por encima del 6 %, los gastos corrientes que suben por encima del 7 % y los gastos en Sanidad, Educación, Defensa, Justicia o Seguridad Pública, que no aunque no están desglosados al menos deben de estar subiendo lo que sube la inflación.
Pues bien, aquí el INE se tambalea:
Nos dice el INE que en términos corrientes el Gasto en consumo final de las Administraciones Públicas, crece un 3,4 %, pero en términos reales dice que decrece un 6,1 %.
La verdad es que cada día entiendo menos los datos que publica un Instituto, el de Estadística, que hasta que llegó Elena Manzanera era una institución fiable y modélica.
Supongo que alguien debe hacer el control de calidad de lo que se publica y supongo que yo también me puedo equivocar, pero me da que el PIB crece menos de lo que nos dicen, porque la FBC real es imposible que crezca más que sin inflación, que las Exportaciones reales, están también infladas, que las Importaciones reales de bienes y servicios están minusvaloradas y aunque el Consumo Público está calculado a la baja, no compensa el resto de los datos que no cuadran por ningún lado.
Todo esto sucede porque es más importante cobrar 134.000 euros al año, y ponerse de rodillas ante el ministro de Economía, que a su vez se pone de rodillas ante el que preside el país y todo para poder decir que algo va bien en España, cuando después de ver esto, ya no sé si algo va realmente bien.
Eso sí, cada día tengo más claro, que la política y los políticos divergen cada día más de lo que los ciudadanos necesitan, que alguien trabaje para mejorar su calidad de vida, sobre todo la económica.