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Niño jugando a videojuegos

Niño jugando a videojuegosGetty Images / Photosomnia

El uso diario de videojuegos duplica las probabilidades de repetir curso, según un estudio

Utilizando datos del informe PISA, el estudio encuentra que el uso de internet para tareas académicas tiene efectos positivos, mientras que otros usos –como videojuegos o redes sociales– tienden a correlacionarse negativamente con los resultados académicos

La gran mayoría de niños juegan a videojuegos. Sin ir más lejos, entre el 90 y 97 % de los adolescentes lo hacen según distintos estudios, aunque esta cifra puede variar dependiendo del rango de edad y el tipo de dispositivo que se utiliza. Por sexos, los chicos tienden a pasar más tiempo jugando, dedicando una media de 10 horas semanales –ocho más que las chicas–.

En lo que respecta a nuestro país, se estima que más de tres millones de niños menores de 14 años juegan a videojuegos, lo que representa alrededor del 19 % del total de jugadores. Esto conlleva una serie de connotaciones negativas, ya que el mal uso de los videojuegos se ha convertido en una preocupación reciente.

Así lo revela el estudio Sobre el uso de recursos digitales y el rendimiento educativo: de las políticas educativas a la práctica, realizado por Óscar David Marcenaro-Gutiérrez y Luis Alejandro López-Agudo, dos profesores de la Universidad de Málaga.

Este estudio examina la relación entre los diferentes usos que se hacen de los recursos digitales, por parte del estudiantado español, y el rendimiento educativo que obtiene este en diferentes competencias. El análisis se aborda desde una triple dimensión: alumnado, centros educativos y comunidades autónomas. De esta forma se consigue aportar evidencia sobre el papel de las políticas de uso de recursos digitales en la amplia dispersión de niveles de competencia observados y, por ende, sobre las posibles diferencias en la dotación de recursos digitales y normativa de uso dentro del territorio nacional.

El trabajo de Marcenaro-Gutiérrez y López-Agudo analiza el impacto del uso de recursos digitales en el rendimiento educativo del alumnado español de secundaria, considerando los niveles individual, escolar y regional (comunidades autónomas).

Utilizando datos del informe PISA (2015, 2018 y 2022), el estudio encuentra que el uso de internet para tareas académicas tiene efectos positivos en comprensión lectora y matemáticas, mientras que otros usos –como videojuegos, redes sociales o descarga de aplicaciones– tienden a correlacionarse negativamente con los resultados académicos y a aumentar la probabilidad de repetición. En concreto, aquellos jóvenes que hacen un uso diario de videojuegos online tienen el doble de posibilidades de repetir curso.

A nivel de centros educativos, se confirma una creciente digitalización y desarrollo de políticas sobre el uso de las TIC. Sin embargo, disponer de más recursos digitales no garantiza un mejor rendimiento si no se acompañan de una regulación eficaz. Además, el comportamiento disruptivo del alumnado aparece como un factor crítico que afecta negativamente tanto al rendimiento como a la repetición.

Por último, el estudio propone un enfoque regional al clasificar las comunidades autónomas según dos índices: «dotación» y «normas» sobre el uso de TIC. El estudio concluye que los mejores resultados se alcanzan en aquellas regiones con alta dotación acompañada de normativas claras y consistentes sobre el uso de tecnología. De este modo, se recomienda que las políticas públicas no se centren exclusivamente en dotar de infraestructura digital a los centros, sino también en establecer marcos regulatorios que promuevan un uso formativo y equilibrado de las TIC para reducir las desigualdades educativas y mejorar los resultados escolares.

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