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Cataluña

Bronca en el Parlament después de que Aragonés compare a Vox con los nazis

Un diputado de la formación verde ha llamado «hijo de ...» al presidente de la Generalitat

Tensa sesión de control esta mañana en el Parlament, especialmente después del cara a cara entre Vox y el presidente de la Generalitat. Todo ha empezado porque el líder de Vox, Ignacio Garriga, ha reprochado a los partidos independentistas y al PSC que se repartan «los carguitos». Y ponía como ejemplo cinco de los miembros del Consejo del Audiovisual de Cataluña (CAC), entre ellos el íntimo del expresidente Carles Puigdemont, Xevi Xirgo, porque entre todos cobran más de 500 mil euros. Garriga censuraba que estas formaciones se dediquen a «pagar favores a sus amigos con sueldos millonarios», que deberían destinarse a «servicios públicos de calidad y a atender las graves emergencias sociales». De hecho, ha recordado que tres de cada diez catalanes están en riesgo de exclusión social.
No ha gustado a Pere Aragonès esta intervención, que ya de entrada, se ha alegrado de que «algo hemos mejorado» porque «la intervención del representante de la extrema derecha, a diferencia de la que hizo un diputado de su grupo del Parlamento Europeo, no ha estado rodeada de botellas de licor». Y posteriormente, Aragonés añadía que «el mensaje que usa la extrema derecha es el de atacar las instituciones democráticas envolviéndose de una defensa de los derechos de la ciudadanía», y apostillaba: «eso es lo que hacía el fascismo italiano, el nacionalsocialismo en Alemania, el falangismo y la extrema derecha española en los años 30, atacar a las instituciones democráticas para imponer su modelo social. Hoy nos hemos vuelto a encontrar una muestra de estas».

Disculpas

Esta intervención del presidente de la Generalitat ha molestado al diputado de Vox, Antonio Gallego, que le ha insultado con un «hijo de...». Lo ha reconocido después de que la presidenta del Parlament instara a que se retirase estas palabras. Lo ha hecho el diputado, que ha reconocido ser el que proferido el insulto, ha pedido disculpas, y también ha dicho estar harto de que en cada sesión de control Aragonès llame «nazis» a los diputados de la formación verde. Le ha cortado Laura Borràs, que también le ha ordenado que se pusiera la mascarilla.
Más allá de esta bronca, el caso Juvillà también ha planeado en el Parlament, aunque Pere Aragonès ha pasado de puntillas y no ha querido ir al choque con Laura Borràs. Se ha limitado a decir que él se ha ceñido a su «rol institucional» y como tal, respeta «el trabajo que hacen los diferentes órganos parlamentarios».