El lehendakari, Íñigo Urkullu
Millones en juego
El PNV reclama su parte de los impuestos a las grandes fortunas, bancos y energéticas
El Gobierno central y el vasco se reúnen este martes para negociar la participación de estos últimos en los nuevos gravámenes temporales. En noviembre ya lograron un nuevo cupo
El Gobierno vasco quiere que el Ejecutivo de Pedro Sánchez le transfiera el nuevo impuesto a las grandes fortunas. Ésa será una de las demandas de los de Íñigo Urkullu en la reunión de la Comisión Mixta del Concierto Económico que ambos gobiernos celebrarán este martes por la tarde de forma telemática.
«Tenemos que concertar todos los impuestos que surjan y este es un impuesto directo que lo tenemos que concertar con capacidad normativa», según el consejero de Economía y Hacienda vasco, Pedro Azpiazu. Se trata de un impuesto que, durante dos años, gravará los patrimonios superiores a tres millones de euros, con un mínimo exento de 700.000 euros.
Además, en el orden del día figura concretar la participación vasca en los impuestos temporales a las energéticas y a la banca, aprobados de forma definitiva la semana pasada en el Senado. El de la banca afecta a las entidades cuyos intereses y comisiones brutas cobradas a los clientes superaron los 800 millones en 2019, incluidas las entidades extranjeras supervisadas por el Banco Central Europeo que superen ese umbral en España, informa Efe.
En el de las energéticas, la previsión de recaudación que manejaba el Gobierno (2.000 millones de euros en cada uno de los dos ejercicio en que estará en vigor) se verá mermada de manera significativa porque, precisamente, el PNV medió en favor de Iberdrola para suavizar el gravamen. Éste afecta a las ventas de eléctricas, gasistas y petroleras con un tipo del 1,2 %, a excepción de los ingresos regulados y los procedentes de fuera de España.
La de este martes será la segunda reunión de la comisión mixta en apenas mes y medio. El pasado 17 de noviembre mantuvieron una en la que las partes acordaron la nueva metodología del cupo para el quinquenio 2022-2026: el cupo provisional del año base quedó fijado en 1.472 millones de euros, cantidad muy parecida a la desembolsada el año pasado.
La renovación de la ley quinquenal del cupo vasco fue uno de los compromisos que Sánchez adquirió con el PNV durante la negociación de los Presupuestos de 2023, en octubre.
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