Los 21 trenes de cercanías que debían de circular por las vías cántabras no lo podrán hacer hasta, por lo menos, dentro de dos o tres años más. Las medidas de los trenes son superiores a la de los túneles que se encuentran en el trayecto, por lo que no podrán circular por estas vías.
La inversión destinada a estos trenes ha sido de unos 258 millones de euros, y debido a este suceso, ya se han producido diversos ceses tanto en Renfe como en Adif.