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29 de abril de 2024

El carnicero de Valdemoro, en un momento del juicio

El carnicero de Valdemoro, en un momento del juicioEl Debate / Paula Andrade

El carnicero de Valdemoro: «Si mueres, antes de que se eche a perder tu carne, te como»

Se celebra en Madrid el juicio contra el carnicero de Valdemoro. Este joven fantaseó con la idea de asesinar a alguien e imitar a los asesinos en series más conocidos y crueles de la historia como Ted Bundy

Se llama Leonardo, es colombiano y cuando presuntamente asesinó a una joven de 18 años, él tenía 27 años. Este monstruo vivía de okupa en un chalé de Valdemoro, Madrid, uno de esos que se ve cuando circulas por la carretera de Andalucía porque está pegado a la autovía. El 15 de octubre de 2019 la joven fue a su casa. Se conocían porque él antes le había hecho algunos tatuajes. Según el escrito del fiscal, bebieron y ella consumió varias pastillas de Rivotril que le provocaron somnolencia.
El presunto asesino vivía de okupa en un chalé de Valdemoro (Madrid)

El presunto asesino vivía de okupa en un chalé de Valdemoro (Madrid)El Debate

«El acusado», dice el escrito del Ministerio Público, «se colocó súbitamente por detrás de la víctima y, situando su brazo alrededor del cuello de la misma, intentó ahogarla». Esta forma de ahogar se conoce como mataleón. No lo consiguió. «Tras algunos minutos de no conseguir su objetivo, el acusado optó por cambiar de plan, y trató de ahogar a Emilce con un cable». Tampoco lo consiguió porque le faltó fuerza. Decidió «mientras seguía ahogándola con el cable, usar un cuchillo que clavó en la parte superior del abdomen, provocando, de esta forma, la muerte de Emilce».
Lo que vino después es puro sadismo. «Una vez muerta, Leonardo trasladó su cuerpo a la bañera y allí, con un bisturí cortó las aureolas de los senos de la víctima y recortó la cara de la víctima y dos tatuajes y los metió en salmuera a fin de conservarlos como trofeos». El fiscal pide 25 años de prisión por el crimen y 5 meses por la profanación.

Al acusado «se le fue de las manos»

A las puertas del juzgado, el abogado de la defensa, García Montes, explicó que su cliente, Leonardo, había tenido «una vida muy triste y horrible porque su padre había llevado prostitutas a casa», también que el acusado «era cocainómano». El letrado pide que le condenen a un simple homicidio imprudente, 3 años, porque en su opinión a su cliente «la situación se le fue de las manos». Es decir, tratar de asesinar a una niña de 18 años con el método del mataléon, luego intentar estrangularla con un cable y por último acuchillarla es algo que «se le fue de las manos».
Imagen de un cuchillo incautado al carnicero de Valdemoro

Imagen de un cuchillo incautado al carnicero de ValdemoroEl Debate

En realidad, Leonardo, conocido bajo los apodos del butcher (carnicero) o el tatuador de Valdemoro, se movía entre la maldad y la apariencia de normalidad desde hacía tiempo. Estuvo casado y cuando los investigadores de la Guardia Civil interrogaron a su exmujer ella les dijo: «A mí siempre me trató bien, sin violencia ni tendencias raras en el sexo, con mucho respeto». Le insistieron y acabó reconociendo: «Sí me comentó que sentía curiosidad por el sadomasoquismo. También le gustaban las armas blancas e incluso tenía muchas colgadas de las paredes en casa».
Su siguiente pareja describe una realidad distinta. Mantuvieron una relación de tres años, entre el 2013 y el 2015: «Cuando le conocí era una persona normal, pero con el paso del tiempo empezó a ser celoso y agresivo. Si discutíamos, me pegaba». El mal, como un virus, iba colonizando a Leonardo. «Una vez me observó hablando con otro chico. Los celos se adueñaron de él. Intentó agarrarme por el cuello y hacerme desmayar, lo que se conoce por mataleón. Me resistí, me tiró a la cama y se abalanzó sobre mí con un puñal en las manos. Verdaderamente temí por mi vida. Logré quitárselo y hui despavorida de la casa. Desde entonces empecé a marcar distancias, pero él no asumía que le hubiese dejado. Se obsesionó conmigo y empezó a venir a mi casa. Tenía manía persecutoria y además mostraba mucha violencia en su comportamiento».
Imagen de un hacha incautada al carnicero de Valdemoro

Imagen de un hacha incautada al carnicero de ValdemoroEl Debate

«Me gustaría matar a alguien»

Ese fue el punto final a la relación. La joven por fin identificó el mal y huyó lejos de él. Sin embargo, durante la relación, hubo muchos otros episodios, que incomprensiblemente ella no supo identificar. Según cuenta, Leonardo una vez le confesó: «Me gustaría matar a alguien». La cosa no quedó ahí: «Si te murieses, antes de que se echara a perder tu carne, te comería». Quizá la novia de Leonardo pensó que la afirmación era una muestra de la profundidad de su amor, porque no salió corriendo inmediatamente. «A mi exnovio le gustaba mucho la sangre y las armas. Jugaba con ellas. En una ocasión me amenazó con un machete y otra vez me apuntó con una escopeta. Además, le gustaba autolesionarse».
Después de que presuntamente asesinase a Emilce en Valdemoro, la Guardia Civil lo detuvo y registró la casa que había okupado. Los agentes se encontraron con la casa de los horrores y lo dejaron por escrito en un informe: «Leonardo descuartizó, (…) y mutiló el cadáver de la víctima (…) Las acciones realizadas guardan bastante parecido con los asesinos en serie Ted Bundy, BTK Killer y Andrei Chikatilo, alias el carnicero de Rostov (…)». El informe concluye que no se puede «descartar un posible acto de antropofagia». Pues eso, que se le fue de las manos.
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