Decenas de migrantes, tras su llegada en un cayuco, a 26 de octubre de 2023, en El Hierro, Santa Cruz de Tenerife
Polémico reparto en Galicia
El Gobierno envía 350 inmigrantes a Sangenjo, gobernado por el PP, y solo 12 a Vigo y 14 a La Coruña, del PSOE
El 84 % de los desplazados van a recabar en la localidad de 17.760 vecinos donde acude a regatear el Rey Juan Carlos, y el resto irán a tres municipios con una población total de 538.991 personas
El Gobierno de España es el responsable de gestionar de qué manera se reparten en la península los inmigrantes que han llegado en las últimas semanas a las islas Canarias. Así pues, el Ejecutivo liderado por Pedro Sánchez ha decidido que Galicia albergue algo más de 400, pero con un reparto irregular.
A la ciudad de Vigo –cuyo alcalde es el socialista Abel Caballero y que tiene 292.374 habitantes– han llegado 12, mientras que la capital de provincia La Coruña, que cuenta con una población de 244.700 personas y su primer edil también es del PSOE, ha acogido a 14. Sangenjo, gobernado por el PP y donde suele regatear el Rey Juan Carlos, tendrá que alojar a 350. La localidad coruñesa de Sobrado, liderada por los socialistas y de 1.767 vecinos, va a recibir 40.
No obstante, el grueso de la distribución va a ir a Sangenjo, municipio gobernado por el alcalde 'popular' Telmo Martín, y que cuenta con una población de 17.760 habitantes. Fuentes del consistorio han expresado a El Debate que es una situación «surrealista» porque está previsto que los inmigrantes lleguen la semana que viene y todavía «ni si quiera los hosteleros saben dónde se van a hospedar». «Es increíble el reparto. Nosotros entendemos la emergencia migratoria, pero no por qué no se dan más explicaciones. El Delegado del Gobierno habló con el alcalde el miércoles y no ha habido más contacto», han apostillado.
Asimismo, desde el consistorio de la localidad pontevedresa también han calificado de «llamativo» que de los 416 inmigrantes, 350 vayan a recabar en Sangenjo, un lugar gobernado por el PP, mientras que tan solo los 66 restantes estén destinados a tres consistorios liderados por el PSOE.
El Ayuntamiento costero pontevedrés ha emitido un comunicado en el que expresan que aunque «el sentir general de los vecinos de Sangenjo y de su gobierno es de solidaridad con las personas que han tenido que arriesgar sus vidas en el mar para buscar un futuro mejor», lamentan «el oscurantismo del Ministerio» porque los vecinos «tienen derecho a conocer las razones y las condiciones del traslado, ni siquiera nos han explicado por qué de los 416 migrantes que van a venir a Galicia, 350 se alojarán en Sangenjo».
«Trasladarles de Canarias sin un plan de inclusión parece más una solución para el Gobierno que la ayuda que necesitan los migrantes. Del Gobierno de España se espera más, se espera una solución integral», zanja el comunicado.
Por su parte, el alcalde socialista de Sobrado, Lisardo Santos, ha asegurado en La Voz de Galicia respecto a los 40 inmigrantes que le corresponden a su pueblo de menos de 2.000 censados que «entiendo que no van a venir» porque «Sobrado no tiene capacidad para eso». «Soy consciente de los problemas migratorios que hay, yo en este momento no quiero que vengan, me opongo a que vengan al Ayuntamiento de Sobrado», ha agregado el edil, que también ha informado que estaba previsto que se acogiera a los inmigrantes en el Monasterio del municipio.
Explicaciones del Delegado del Gobierno
El delegado del Gobierno en Galicia, Pedro Blanco, ha apelado en una rueda de prensa a la «solidaridad» para la acogida en Galicia de los inmigrantes llegados a Canarias y ha afirmado que esta medida es una «acción puntual».
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, junto al delegado del Gobierno en Galicia, Pedro Blanco
Igualmente, Blanco ha indicado que «la idea es que estén un mes, pero veremos la circunstancia», y que «hay que acogerlos como seres humanos que son». En relación con la queja de los regidores, ha apuntado que «con algunos hablé el miércoles a primera hora de la mañana», para precisar que, en todo caso, esta acogida no va «a desbordar las necesidades de la administración».
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