El Pacto entre PSOE y Junts ha multiplicado la asistencia a la protesta contra la amnistía que desde hace una semana tiene lugar frente a la sede socialista de Ferraz. Miles de personas han abarrotado la calle Marqués de Urquijo ante la imposibilidad de entrar en la calle Ferraz con decenas de banderas españolas y carteles, incluso en inglés contra la amnistía que pretende limpiar los sucesos que se produjeron en Cataluña. La Delegación del Gobierno ha cifrado los asistentes en 8.000 personas, siendo la concentración más numerosa de la semana en Ferraz.
Gritos de «Puigdemont a prisión», «Sánchez convoca elecciones», «libertad» o «socialista el que no bote», han sido coreados por manifestantes de todas las edades. Alguno incluso ha acudido con los perros de casa. La protesta se ha desarrollado en buen ambiente y sin la presencia de movimientos ultras en sus primeros momentos.
Sin embargo, la tensión ha comenzado a aumentar desde las 22 horas. Algunos manifestantes han empezado a lanzar objetos aislados, petardos y botes vacíos. También han aparecido algunas bengalas. Finalmente se han producido cargas policiales.
La manifestación ha transcurrido con normalidad durante toda la tarde hasta este momento, en el que la concentración se ha dividido en dos zonas. En una zona han quedado las personas de mayor edad y al frente de la concentración; junto a las vallas colocadas por la Policía, se han situado en su mayoría jóvenes, muchos de ellos con el rostro cubierto. Este grupo ha empezado a provocar a los agentes de Policía.
Los tres furgones que hay en primera fila de la Policía han empezado a moverse hacia adelante, y el grupo de antidisturbios que está en segunda fila ha tomado posiciones. Finalmente ha habido 15 detenciones, según fuentes policiales.
El despliegue policial ha sido muy importante, con las calles que rodean la sede socialista cortadas. Los agentes han realizado registros a las personas que intentaban entrar con mochilas o bolsas. También el helicóptero llevaba sobrevolando la zona desde las siete de la tarde.
Son miles de personas las que se han concentran este jueves, bastantes más que cualquier otro día hasta desbordar un perímetro que la Policía Municipal de Madrid ha tenido que ir ampliando en varias ocasiones ante la asistencia masiva de ciudadanos indignados.
Se ha producido asimismo un recuerdo a Alejo Vidal-Quadras, que este jueves ha resultado herido al ser disparado por un desconocido en un ataque que está investigando la Policía.
Hay que señalar que previamente, unas 1.500 personas, según la Delegación del Gobierno en Madrid, se han concentrado frente a la sede del Parlamento Europeo en la capital para protestar contra la ley de amnistía, convocada por la plataformas Libertad sin Ira, Pie en Pared, S'ha Acabat!, Neos, Voces Libres, Con la Libertad y Revuelta.
A su término, un grupo de participantes se ha encaminado a la sede del PSOE, en la calle Ferraz, para unirse a la protesta que ahí se lleva a cabo. «Otra noche más, vamos a Ferraz», han clamado ocupando el Paseo de la Castellana, que ha sido cortado a su paso.
Presencia de Abascal
A la protesta se ha unido este jueves el dirigente de Vox, Santiago Abascal, quien ha insistido en que «hay que estar en la calle hasta detener el golpe» y ha explicado que participaba en la concentración como «un español más» para «apoyar a los compatriotas y que no estén solos».
«No es el momento de los partidos, es el momento del pueblo y de la instituciones en las que no hay mayoría golpista», ha asegurado, mientras recordaba que su partido apela a una «resistencia cívica y pacífica».
Según Abascal, «enfrentamos el período más negro de la historia» de España y «tenemos el deber de resistir a un gobierno y a un tirano que va a obtener la investidura con todos los enemigos de España».