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30 de abril de 2024

El presidente del comité ejecutivo del PNV, Andoni Ortuzar

El presidente del PNV, Andoni OrtuzarEuropa Press

Perdería mucho

El PNV defiende a Sánchez y ni se plantea dejarlo caer como a Rajoy

El partido de Ortuzar se ha puesto de perfil ante el caso Koldo, que ha estallado en plena precampaña de unas elecciones en las que necesita más que nunca al PSE a su lado

Fue Isabel Díaz Ayuso la primera dirigente popular que, el lunes, puso el foco en el PNV. «Tendremos que ver qué va a hacer ahora, porque quiero recordar que dejó de apoyar al señor Rajoy por una sentencia con unas líneas modificadas, no entendidas, de 200.000 euros de la Gürtel. Entiendo que ahora, por coherencia, tendrá que pedir explicaciones y dejar de apoyar al partido de Sánchez», señaló en Antena 3.
Sabe bien la presidenta madrileña que eso no va a pasar. El partido que tumbó al Gobierno del PP en 2018 por la corrupción se ha puesto ahora de perfil con el caso Koldo, caso Ábalos, o caso PSOE. Éste ha estallado en plena precampaña de las elecciones vascas, y el PNV necesita a los socialistas para seguir en Ajuria Enea. Son, de hecho, su única tabla de salvación ante el empuje de Bildu, que por primera vez tiene opciones de ser la formación más votada. Y el PNV confía en que, aun en ese escenario, el PSE no se mueva de su lado, no pacte con Arnaldo Otegi.
El candidato del PNV a lendakari, Imanol Pradales, estuvo este martes en RNE y, lejos de cuestionar a Pedro Sánchez, alabó y defendió la rapidez con la que actuó el PSOE exigiendo su escaño a Ábalos. «El PSOE se ha pronunciado rápidamente y ha sido explícito en lo que entiende que se tiene que producir», señaló. También afirmó sentir «vergüenza ajena» de una trama que, presuntamente, se lucró con las mascarillas mientras en España morían cientos de personas al día.
Ésta es una de las pocas declaraciones que ha hecho el PNV sobre la trama corrupta en la última semana. Un asunto sobre el que los de Ortuzar prefieren no hablar para no echar tierra sobre el PSE de Eneko Andueza, con el que gobiernan y confían en seguir gobernando. Tienen un acuerdo de coalición que, además, no se circunscribe al Ejecutivo vasco, sino que incluye varios ayuntamientos y diputaciones forales.
La batalla electoral vasca está al rojo vivo. El último Barómetro de Euskadi, publicado la semana pasada, daba la victoria al PNV por un único escaño: 27 frente a 26 de Bildu. El PSE obtendría 11, el PP siete, Sumar tres y Vox mantendría el que tiene en la actualidad. La mayoría absoluta en el Parlamento vasco está en 38 diputados, así que ni el PNV ni el PSE están para perder escaños.

El PNV ya eligió hace tiempo

Cuando Alberto Núñez Feijóo se presentó a la investidura intentó convencer al PNV de que le apoyara. No hubo forma. «A ver si diciéndoselo como hacía con Mariano (Rajoy), con una rima consonante y otra asonante, consigo que lo entienda: Alberto, tu tractor tiene gripado el motor por usar aceite Vox», llegó a decirle el portavoz peneuvista, Aitor Esteban, en el Congreso.
A finales de noviembre, una vez investido Pedro Sánchez con el voto del PNV, Ortuzar aconsejó a los populares que perdieran toda esperanza, porque su partido jamás votaría una moción de censura con Feijóo como candidato.
«No hombre, una moción de censura no (…). Las mociones de censura en el Estado español tienen que ser constructivas, que no me parece un mal mecanismo. Porque si no iríamos a la destrucción por la destrucción sin plantear alternativas», argumentó el presidente del PNV. El mismo que, a finales de mayo de 2018, habló con Rajoy para comunicarle su decisión de dejarlo caer, apenas días después de haber pactado con él los Presupuestos.
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