El empresario peruano que denuncia a Ábalos rompe su silencio: «Me pedía inflar contratos públicos y exigía comisiones del 50 %»

El Debate ha localizado a Segundo Valle, el empresario peruano que presentó una denuncia contra el exministro José Luis Ábalos en la Embajada de España en Perú por poner a su nombre un inmueble ubicado en la ciudad de Chimbote que se construyó con ayudas públicas destinadas a proyectos benéficos. En la denuncia también sostiene que la trama «está destruyendo pruebas» en el país andino.

Durante la primera parte de la entrevista con este periódico, el empresario explica que el exministro le pedía inflar los contratos públicos españoles, que después le exigía comisiones que llegaron a ser del 50 %. Según su versión de los hechos, el exministro viajaba a Perú de manera asidua para recoger el dinero y se lo llevaba en metálico.

Pregunta: ¿De qué conoce usted a José Luis Ábalos?

Respuesta: Lo conozco en los años noventa a través de un contacto que me invita a España y me lleva a las oficinas de Fiadelso, su institución benéfica, y me propuso ser su delegado en Perú y acepté.

Pregunta: ¿En qué consistía su trabajo?

Repuesta: En identificar las necesidades de las poblaciones vulnerables y presentar proyectos. Me encargaba de buscar esos proyectos y presupuestarlos. Yo redactaba los proyectos en función de un modelo que él me entregaba y él se encargaba de buscar la financiación para esos proyectos.

Pregunta: ¿Cómo le hacía llegar ese dinero público español?

Respuesta: En algunos casos abríamos cuentas bancarias a nombre de los proyectos y otras a mi propio nombre. Desde un principio, Ábalos siempre me exigía un 20 % de comisión del valor total de la cantidad que me transfería. Por ejemplo, si un proyecto costaba 80.000 dólares yo tenía que guardarle 16.000 dólares y con el dinero restante ejecutar el proyecto.

Pregunta: ¿Las comisiones que menciona siempre eran del 20 %?

Respuesta: Tuve inconvenientes con Ábalos porque primero me exigía comisiones del 20 %, después de 30 % y del 35 % y luego del 50 %. Yo tenía cierta dificultad porque Ábalos me empezó a parecer una persona que no era solidaria, sino que usaba la institución y me usaba también para quedarse con fondos. Me inducía a que yo también me quedara con fondos y que me volviera un delincuente con él.

Pregunta: ¿De qué forma entregaba a Ábalos ese dinero?

Respuesta: Él venía a recogerlo. Venía con una libretita y sacaba la cuenta. No me perdonaba. Tenía que entregárselo muy responsablemente. Y luego se complicó. Por eso yo dimití y dejé de trabajar con él. Fiadelso como institución no tenía nada que ver con esto pero sí él, que era el canalizador y el que conseguía los fondos. Después de pedirme comisiones del 50 % me pidió que falsificara facturas. Que yo recibiera el dinero e hiciera fotos de otros proyectos para simular que se habían llevado a cabo.

Pregunta: ¿Y cómo se llevaba Ábalos ese dinero a España?

Respuesta: Él venía a Perú con África Martínez, su entonces esposa, y entre ellos se repartían el dinero para evitar problemas en el aeropuerto cuando pasaban los controles de migración. También venía acompañado de otras personas que tenían una relación estrecha con él.