
El exministro José Luis Ábalos
Investigación
Interior oculta al Supremo una denuncia con «material sensible» de Ábalos recibida en la Embajada de España en Perú
Fuentes de las fuerzas de seguridad sostienen que se les trasladó de manera extraoficial y se pidió que avisaran «si encontraba algún nexo de Ábalos con el país andino»
El Ministerio del Interior oculta al Tribunal Supremo que recibió hace tres meses una denuncia de un empresario peruano que asegura que cuenta con «material sensible sobre hechos de corrupción» sobre el exministro José Luis Ábalos. Tal y como ha podido saber El Debate, la denuncia fue interpuesta ante la Embajada de España en Lima y, entre otros puntos, se hacía alusión a que la trama que está investigando la Guardia Civil «está destruyendo pruebas» en el país andino. El Debate ha publicado que Ábalos tiene a su nombre un chalet de 1,2 millones de dólares ubicado en la ciudad de Chimbote que fue construido con fondos públicos destinados a proyectos benéficos.
La denuncia, a la que ha tenido acceso El Debate, fue interpuesta el pasado 25 de noviembre y comienza así: «Tengo conocimiento de la imputación judicial de Ábalos por parte del Supremo por los delitos de pertenencia a organización criminal, tráfico de influencias, cohecho y malversación». A continuación, el empresario, que dirigió su escrito al embajador español, Alejandro Abellán García de Diego, explica que cuenta «con documentación sensible y de calidad que acredita hechos de corrupción por parte de Ábalos en Perú». A continuación especifica que estos episodios tuvieron lugar justo antes de la pandemia del coronavirus. Es decir, entre los años 2018 y 2020, momento en el que era ministro de Transportes.

El sello de entrada de la Embajada de España en Perú que aparece en la denuncia
El denunciante trasladó al embajador que «la organización de Ábalos está destruyendo pruebas que lo incriminan directamente» y que, por ese motivo, se pone a disposición de la Embajada, del Supremo y de la propia Guardia Civil para entregar la documentación que tiene en su poder. De hecho, el denunciante solicita al embajador que traslade su ofrecimiento de información a Vanesa Ariet, la agregada de Interior, en relación al «pago de comisiones ilegales en el extranjero». La denuncia, que fue protocolizada en una notaría antes de ser interpuesta, llegó diez días después de ser redactada a las dependencias diplomáticas, ubicadas en la Avenida Jorge Basadre de Lima, tal y como lo certifica el sello de la propia Embajada. La denuncia finaliza asegurando que «reitero mi disposición para destapar toda la mafia que Ábalos realizaba en Perú usando como fachada la Fiadelso (la ONG que fundó Ábalos)».
Desde la Embajada eluden dar su versión de los hechos a El Debate y tampoco explican por qué se negaron a informar de la denuncia al Supremo. Sin embargo, fuentes de las fuerzas de seguridad trasladan a este periódico que se les trasladó el contenido de la denuncia de manera extraoficial y se les pidió que informaran «si se encontraba algún nexo de Ábalos con el país andino». En cambio, no consta que posteriormente, ni el Ministerio del Interior ni el de Exteriores hayan trasladado la acción legal interpuesta por el empresario peruano al procedimiento judicial que está en curso contra el exministro.
La presentación de esta denuncia coincide con la publicación de El Debate en la que se desvelaba que el exministro Ábalos tiene a su nombre un chalet en Chimbote de 1,2 millones. La edificación fue construida con ayudas públicas destinadas a proyectos benéficos que fueron adjudicadas a Fiadelso. El inmueble cuenta con una superficie de 900 metros cuadrados repartidos en dos plantas en los que hay siete dormitorios, cinco cuartos de año, tres despachos, una sala de cine y un garaje con capacidad para dos vehículos.
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