El Gobierno persiste en el bulo de la bomba lapa y acusa al capitán Bonilla de una «agresividad importante»

La portavoz del Gobierno se ha negado a rectificar, por dos veces, el bulo de la bomba lapa al que ella misma, María Jesús Montero y Óscar López dieron pábulo el pasado fin de semana. Al contrario, insistió en la «agresividad importante» de los whatsapps que envió el exagente de la UCO Juan Vicente Bonilla a un confidente.

Desde la Moncloa señalan, además, que se trata de una «conversación interpretable», a pesar de que en ella queda claro que el guardia civil se refería a que la bomba lapa se la podían poner a él por investigar. «No es tan claro como está pareciendo», subrayan fuentes gubernamentales, no obstante.

Pilar Alegría compareció en la sala de prensa de la Moncloa al término del Consejo de Ministros y no se retractó, como el día antes tampoco lo hizo el ministro para la Transformación Digital. Con el añadido de que, en el caso de la portavoz, hace apenas dos semanas denunció en el Senado haber sido víctima de una «mentira»: la de su participación, por acción u omisión, en la supuesta fiesta en el Parador de Teruel de José Luis Ábalos.

Alegría reconoció que en el Gobierno se hicieron eco de «una información» -así la calificó- que, posteriormente «algún medio de comunicación» matizó. Pero ahí se quedó. Por el contrario, cargó contra el capitán Bonilla y recordó que ahora es un «alto cargo» de la Comunidad de Madrid. «Esos mensajes son impropios de un servidor público y contribuyen a una cascada más de fango. Esta cascada de fango y polarización no es positiva para nadie», le afeó la portavoz.

Ésta fue cuestionada en una segunda ocasión, pero su reacción fue remontarse a los tiempos de ETA: «Leer, conocer mensajes donde se incluyen conceptos como las bombas lapas a todos nos llevan a momentos pasados a momentos vividos nada agradables. Nos hicimos eco de una información publicada por distintos medios y algún medio entendió que había que interpretarlos. Esos mensajes de una agresividad importante existen, son más de 3.000, son preocupantes», remachó de nuevo.

En la rueda de prensa comparecieron también Mónica García y Diana Morant, con la intención del Gobierno de girar el foco hacia la Comunidad de Madrid y la Comunidad Valenciana. De hecho, la ministra de Universidades y líder del PSPV mencionó la infrafinanciación a la que someten los gobiernos de Isabel Díaz Ayuso y Carlos Mazón a la universidad pública.

Sin embargo, no funcionó: la comparecencia siguió girando en torno a Leire Díez y sus derivadas. La portavoz dejó claro que, en principio, el Gobierno no piensa emprender acciones legales contra la fontanera del PSOE, y remitió al partido y a ese expediente informativo que le ha abierto Ferraz. «Esta mujer en ningún caso habla en nombre del Gobierno», sostuvo.

En paralelo, Sánchez cumple hoy su noveno día de silencio sepulcral en medio del escándalo. Y más días que van a ser, puesto que en la Moncloa dan a entender que el presidente no tiene la más mínima intención de hablar sobre ello próximamente. También se preguntan cuántas ruedas de prensa ha dado Alberto Núñez Feijóo en este tiempo.