Marlaska no ha terminado ni la mitad de las obras en comisarías a las que se comprometió hace seis años

Iba a ser el gran plan modernizador de las instalaciones de la Policía Nacional en nuestro país. Adecuación, obras y modernización de las instalaciones donde, al fin y al cabo, los agentes atienden y sirven a los ciudadanos. Sin embargo, seis años después de vender las bondades de una renovación generalizada, y a punto de cumplirse el plazo puesto por el mismo Ministerio del Interior, no se han llevado a cabo ni la mitad de las obras previstas, según denuncia la Confederación Española de Policías (CEP).

Concretamente, se han concluido las obras en 15 de las 33 instalaciones previstas: cinco en Madrid, tres en la Escuela Nacional de Policía, dos en Barcelona, una en La Coruña, una en Soria, otra en Puerto Llano (Ciudad Real), una más en Córdoba y otra en Cuenca.

Pero quizá lo más sorprendente, y grave también, es que ocho de las obras previstas ni tan siquiera se han licitado pese a han tenido seis años para hacerlo. Y entre ellas se encuentran algunas de las más necesitadas, sobre todo las correspondientes al sur de España, donde se está viviendo un fuerte incremento de la actividad delincuencial como la comisaría de La Línea de la Concepción (Cádiz), en pleno Campo de Gibraltar; la de Estepona (Málaga), donde se vive una auténtica guerra entre clanes mafiosos; o la de Almería, donde el tráfico de droga está aumentando de forma alarmante.

Otras diez obras se encuentran en curso, aunque sin previsión de que concluyan a tiempo para cumplir las promesas del Ministerio del Interior. Y entre estas obras que están en pleno desarrollo se encuentra una de las infraestructuras más emblemáticas del futuro de la Policía Nacional, la nueva sede de los Grupos Especiales de Operaciones (GEO). Y algo similar sucede con el Edificio Tecnológico de Canillas (Madrid) que, además, se lleva el 20 % de todo el presupuesto previsto para obras.

Los cuarteles de la dana

De ahí que no sorprenda que ni tan siquiera obras que no estaban previstas y que han sido sobrevenidas a raíz de la dana que arrasó la provincia de Valencia el pasado 29 de octubre, se han puesto en marcha para activar mínimamente los acuartelamientos más afectados por la riada.

Así, desde la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) denuncian que en Utiel el acuartelamiento continúa cerrado y los agentes de la Benemérita se han tenido a acomodar en dependencias municipales.

En Paiporta, todavía no se ha habilitado el aparcamiento ni la intervención de armas, que se tiene que prestar en una simple furgoneta. En Alfafar, las oficinas funcionan con normalidad, pero todavía no se ha habilitado el aparcamiento subterráneo de los pabellones oficiales, por lo que la incomodidad es grande todavía.

Dado que todo indica que este año el Ministerio del Interior, igual que el resto del Gobierno, continuará con los Presupuestos prorrogados, los retrasos en las obras se mantendrán y «los socios destinados en estos acuartelamientos nos transmiten su inquietud sobre la seguridad estructural de estos edificios», denuncian desde la AEGC.