Mucha expectación y poca sorpresa en la sala funeraria de Ferraz

De riguroso luto, como en los mejores funerales. Así ha aparecido el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la sala de prensa de la sede socialista de la calle Ferraz de Madrid.

Paso lento, rostro serio, mirada a los lados y la misma seriedad. Nadie que le acompañara, ningún miembro de la Ejecutiva Federal del Partido Socialista que le respaldara. Al fin y al cabo, Sánchez ha asegurado asumir toda la responsabilidad política con tres medidas que poco tienen de responsabilidad personal.

La entrada de Sánchez en la sala de prensa ha sido seguida por los ojos de decenas de periodistas que han tomado asiento para escuchar sus palabras. Incluso algunos ni tan siquiera han podido tomar asiento ya que no había sitio para todos.

Y con esas palabras iniciales de «lo primero que quiero hacer es pedir perdón a la ciudadanía», con un tono que casi animaba a ofrecerle un pañuelo, ha buscado una empatía que no le pusiera contra las cuerdas en el turno de preguntas a pesar de la gravedad de lo que dice el informe elaborado por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil.

De hecho, al ser preguntado por una de las partes del informe que le atañen a él directamente, la de la manipulación de los votos en las primarias que llevaron a Sánchez a la Secretaría General del PSOE, le ha quitado todo el peso casi hasta el punto de la sonrisa, casi, al asegurar que, de todos los votos que obtuvo, que una persona individual emitiera dos votos, no cambiaba nada. De esas votaciones no ha anunciado auditoría.

Aceras cortadas en el exterior

Fuera, en el exterior de la calle Ferraz de Madrid, había menos expectación. Más que nada porque la Policía se ha encargado de vaciar tanto la acera de los números impares donde se encuentra la sede del Partido Socialista como la de los números pares, hasta donde han llevado a las cámaras de televisión, que no han podido entrar en la sala de prensa de la sede.

Eso sí, en más de una ocasión ha pasado el autobús movilizado por la organización Hazte Oír con el que acusan al presidente Sánchez de corrupto. También se ha dejado ver por la zona Alvise Pérez, aunque poco ha podido permanecer frente al edificio en el que se encontraba Sánchez.

Y, entre tanto, más de un ciudadano que pasaba por la zona, tanto en coche como caminando, ha proferido gritos e insultos al pasar frente a la sede del PSOE.

Una vez que ha terminado la comparecencia de Pedro Sánchez, sin sorpresa entre los asistentes, los periodistas han abandonado el lugar para realizar o escribir sus crónicas mientras que los que sí han permanecido han sido los periodistas de los medios audiovisuales y un fuerte despliegue policial que combinaba tanto Policía Nacional como agentes de seguridad de Moncloa.