
Pedro Sánchez saliendo del hemiciclo del Congreso en compañía de Pilar Alegría
Un presidente huidizo
Sánchez despacha 30 días de escándalos en cadena en 10 segundos y vuelve al búnker hasta julio
El Gobierno lleva un mes inmerso en una espiral de titulares, sin poder marcar la agenda, sin respiro y a la defensiva
La estrategia del presidente pasa por ignorar los casos de corrupción y seguir caminando como si nada, mientras las minas estallan a su paso
El presidente del Gobierno despachó ayer en el Congreso 30 días de escándalos continuados en apenas 10 segundos; que fue el tiempo que tardó en defender a su fiscal general del Estado, a nadie más: «No se equivoque, señoría. Este Gobierno, entre fiscales que persiguen a delincuentes y delincuentes siempre estará con los fiscales que persiguen a delincuentes», afirmó Pedro Sánchez en alusión a Álvaro García Ortiz.
Nada dijo sobre Leire Díez. Nada sobre Santos Cerdán. Nada sobre el registro en casa de José Luis Ábalos. Nada sobre el aforamiento en «fraude de ley» -según la instructora- de Miguel Ángel Gallardo. Nada del histórico parón de jueces y fiscales de este miércoles. Nada, tampoco, del escrito de la Comisión Europea que acusa a Sánchez de aprobar una «autoamnistía» que «no responde a un objetivo de interés general», sino particular.
La breve aparición del presidente ayer en la Cámara Baja, después de tres semanas de ausencia, evidenció que su estrategia pasa por ignorar los casos de corrupción y las resoluciones judiciales y seguir caminando como si nada, mientras las minas estallan a su paso y las balas silban a sus espaldas. Dejando que sean sus ministros los que pongan el cuerpo. Algunos con más entusiasmo, como Óscar Puente y Óscar López; otros con resignación. Especialmente, el titular de Interior, Fernando Grande-Marlaska.
Alberto Núñez Feijóo le acusó de intentar «convertir la corrupción en costumbre» durante un acto por la tarde en Murcia, dentro de su gira previa al Congreso nacional del PP del primer fin de semana de julio. También, de haberse «bunkerizado». Y más que lo va a hacer, porque ahora el presidente tiene por delante varias semanas de intensa actividad internacional, que le mantendrán alejado del ring político y del Parlamento hasta mediados de julio: la conferencia de la ONU sobre la situación en Palestina que se celebrará la próxima semana en Nueva York, la cumbre de la OTAN en La Haya del 24 y 25 de junio, la IV Conferencia Internacional de la ONU sobre Financiación al Desarrollo de Sevilla del 30 de junio al 3 de julio y el Consejo Europeo de julio.Sánchez tiene varias citas internacionales que le mantendrán alejado del ring político las próximas semanas

Alberto Núñez Feijóo dirigiéndose a Pedro Sánchez este miércoles
En la Moncloa replican a Feijóo que el presidente habla de lo que le interesa a la gente, no de lo que quiere el líder de la oposición. «Esto es lo que hay», señalan. En su intervención parlamentaria de este miércoles, Sánchez reivindicó los éxitos de su Ejecutivo en cuanto a afiliados a la Seguridad Social, paro, temporalidad, salario mínimo interprofesional, pensiones, becas, abandono escolar, energías renovables, fibra óptica y ranking de democracia.
La realidad es que el Gobierno lleva un mes inmerso en una espiral de titulares, sin poder marcar la agenda, sin respiro, a la defensiva. Y siempre un paso por detrás, que es precisamente como nunca le ha gustado caminar al presidente. El día que salieron los datos de empleo de mayo -3 de junio-, muy a pesar de los socialistas la noticia era que Leire Díez comparecía ante el secretario de Organización del PSOE en Ferraz. El día que se cumplieron siete años de la primera toma de posesión de Sánchez tras la moción de censura -1 de junio-, el Gobierno fue noticia porque hasta tres ministros difundieron el bulo de que un exmando de la UCO había fantaseado con poner una bomba lapa en el coche del presidente. El día del quinto aniversario de la aprobación del ingreso mínimo vital -29 de mayo-, la atención estuvo en el audio en el que el fontanero Javier Pérez Dolset señalaba a Sánchez y a Cerdán como responsables de la operación contra la UCO y contra el fiscal anticorrupción José Grinda.
Un suma y sigue
El 11 de mayo, El Mundo publicó los primeros whatsapps entre Sánchez y su entonces ministro de Transportes. En uno de ellos, publicado días después, el presidente preguntaba a Ábalos por el rescate a Air Europa solo cinco días después de que Víctor de Aldama le contara a Koldo García que Javier Hidalgo –CEO de Globalia, matriz de Air Europa– había llamado a Begoña Gómez porque estaba «jodido». La Moncloa habló de un «enorme teatro».
Después llegó el auto de procesamiento de la jueza Beatriz Biedma contra el hermano del presidente y el aforamiento exprés del líder del PSOE de Extremadura, Miguel Ángel Gallardo, que la instructora ha considerado ahora un fraude de ley. En medio se cruzaron las especulaciones sobre el informe de la UCO en el que iba a aparecer el número tres del PSOE, y que acabó desencadenando los registros de este pasado martes, incluido uno en casa de Ábalos.

Ábalos atiende a la prensa tras el registro en su casa
El 26 de mayo estalló el caso Leire Díez, que vivió su máximo apogeo el miércoles 4, cuando el empresario Víctor de Aldama tuvo un encontronazo público con Díez y con el también empresario Javier Pérez Dolset, todos ellos vinculados al PSOE. Luego vino el auto de procesamiento del fiscal general del Estado. También, las revelaciones de El Debate sobre el número tres de María Jesús Montero, José Antonio Marco Sanjuán, al que un empresario acusa de pagar 100.000 euros en metálico a cambio de darle la razón en varios recursos presentados ante el Tribunal Económico Administrativo Central, que Marco Sanjuán preside. Y el informe contra la ley de amnistía que la Comisión Europea ha enviado al Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Y el ‘basta ya’ de jueces y fiscales contra la reforma de la Justicia de Félix Bolaños. Pero la respuesta del Gobierno es que es todo un complot; que los que pueden hacer siguen haciendo.