El PP reivindica en su Ponencia la soberanía española de Gibraltar y pide «controles para la base británica»

Después del acuerdo alcanzado entre el Gobierno de Pedro Sánchez y el Ejecutivo británico de Keir Starmer sobre Gibraltar, en el que se prevé la supresión de la Verja y no se aborda la cuestión de la soberanía, el Partido Popular ha incluido en el borrador de su Ponencia Política —que se debatirá en su Congreso Nacional de los días 4, 5 y 6 de julio— una firme defensa de la soberanía española sobre el Peñón.

En el documento de la formación que encabeza Alberto Núñez Feijóo se recoge que «Gibraltar no puede entrar en la Unión Europea por la puerta de atrás» y se subraya la necesidad de «controles para la base británica, su personal y su material militar, por su especial sensibilidad».

En un apartado específico sobre Gibraltar, el PP resalta que «la Policía española desplegada en Gibraltar tiene que ejercer sus funciones de una manera plena, no sólo sellar pasaportes», en alusión a la situación actual en la Verja y en el ámbito de seguridad. Además, considera «imprescindible» que se ponga fin a «la competencia fiscal desleal y el blanqueo de capitales» en el Peñón, y que «los gibraltareños que residan en España tributen en España».

En el documento, que servirá de base ideológica y programática para los próximos años, el PP también reclama que se garanticen «los derechos de los trabajadores españoles» que cruzan a diario la frontera para trabajar en el enclave británico. «La normativa europea de medio ambiente se tiene que cumplir como en cualquier lugar de la Unión», se manifiesta.

Una de las propuestas clave del PP en materia institucional es que «cualquier acuerdo en relación a Gibraltar —que es reversible— debe ser sometido, como tratado político, a las Cortes Generales, que tendrán que expresar su opinión por puro sentido democrático». En consecuencia, la formación con más diputados en el Congreso dictamina que «reivindicamos la soberanía española».

Por su parte, los 'populares' defienden «la soberanía nacional y la integridad territorial de los países europeos», dado que considera que «son principios fundamentales que no pueden darse por sentados». «La guerra en Ucrania es una advertencia clara de lo que ocurre cuando Europa descuida su propia seguridad. Si no nos tomamos en serio nuestra defensa, corremos el riesgo de que la fuerza prevalezca sobre el Derecho y de que nuestro futuro quede en manos de otros. La paz y la estabilidad en Europa dependen de que los europeos tengamos voluntad de protegerlas. La soberanía y la integración europea van de la mano», añade el escrito.