Agentes de Policía Local y Guardia Civil durante los altercados en Torre Pacheco
La Guardia Civil carga contra un grupo de jóvenes marroquíes en Torre Pacheco, sin heridos ni detenidos
La Guardia Civil dispersa a medio centenar de jóvenes en el barrio de San Antonio con disparos de pelotas de goma, en una noche marcada por la vigilancia intensiva y los esfuerzos comunitarios para evitar un repunte de violencia
La localidad murciana de Torre Pacheco vivió en la medianoche del lunes al martes su cuarta jornada consecutiva de tensión social, derivada de una agresión sufrida por un vecino de 68 años el pasado miércoles. La víctima, que se encuentra fuera de peligro, fue golpeada a primera hora de la mañana tras salir de su domicilio, presuntamente por varios individuos de origen marroquí, que ya han sido detenidos.
En este contexto, y a pesar de un clima de aparente calma general, se produjo un episodio aislado de confrontación en un descampado del municipio. Allí, un grupo de unos cincuenta jóvenes, algunos con el rostro cubierto con prendas de ropa y capuchas, se enfrentó a agentes de la Guardia Civil lanzando botellas de cristal. Los agentes, tras recibir los proyectiles, llevaron a cabo una carga disuasoria empleando pelotas de goma, lo que obligó al grupo a replegarse hacia el barrio de San Antonio, una zona del municipio con una numerosa población magrebí.
La intervención se produjo sin que se registraran detenciones ni heridos, y ha sido uno de los pocos momentos de tensión destacables en una noche que, en líneas generales, transcurrió con relativa tranquilidad. Un breve incidente previo tuvo lugar cuando algunos jóvenes colocaron una barricada con contenedores en mitad de una calle; sin embargo, los propios implicados la desmontaron minutos después, sin que fuera necesaria la intervención policial.
La tensión acumulada de los últimos días ha llevado a líderes religiosos de la comunidad musulmana local a intervenir. Con autorización de las autoridades, varios imanes se dirigieron directamente a los jóvenes congregados en la vía pública, instándoles a regresar a sus hogares para evitar altercados, especialmente ante la posible llegada de individuos vinculados a grupos ultras durante la noche.
Durante toda la jornada, el municipio ha permanecido bajo un amplio dispositivo de seguridad coordinado entre la Guardia Civil y la Policía Local. Desde las 19:00 horas, se establecieron controles preventivos en varios puntos estratégicos del municipio, evitando así la presencia visible de colectivos de extrema derecha durante la noche.
Uno de los focos de especial vigilancia ha sido la rotonda Antonio Martínez ‘El Vinatero’, próxima a la calle Río Guadalentín, lugar habitual de concentración de la comunidad marroquí para festejos públicos como los vividos durante el pasado Mundial de fútbol, donde Marruecos alcanzó las semifinales.
El barrio de San Antonio ha estado custodiado por decenas de agentes, apoyados por una docena de vehículos y el uso de drones para el control aéreo. Según informó este lunes el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, actualmente hay desplegados 90 efectivos de la Guardia Civil en la zona, y a partir del martes se sumarán otros 45 para reforzar el operativo.
La situación en Torre Pacheco evidencia la fragilidad de la convivencia cuando se cruzan factores como la inmigración, la inseguridad y la manipulación de discursos identitarios. A pesar de los brotes de violencia, la respuesta institucional y comunitaria ha conseguido, por ahora, evitar un escenario más grave. Las próximas jornadas serán claves para medir si el despliegue preventivo y el diálogo social logran contener una posible escalada.
