Miriam Andrés
El Perfil
Miriam Andrés, la réplica palentina de Page
Poco a poco, los disidentes que no le deben la nómina a Pedro sino a sus electores van alzando la voz
La alcaldesa de Palencia, Raquel Miriam Andrés Prieto (Palencia, 48 años), ha saltado por primera vez a los titulares de la prensa nacional por decir lo que piensa. Exactamente por pedir, en el Comité Federal tras el encarcelamiento de Santos Cerdán, que Pedro Sánchez se vaya. Una rara avis en un comité más búlgaro que español. Licenciada en Derecho por la Universidad de Valladolid, se atrevió a cantar las cuarenta al líder y reclamar que dimita, tras los escándalos de corrupción, porque «ha perdido mucha confianza y credibilidad y debe asumir responsabilidades al más alto nivel». Ya que, según defendió, «la unidad no es uniformidad». Por primera vez, Emiliano García-Page tenía un alter ego en el endogámico cónclave socialista. La política palentina no quiere que Pedro vuelva a ser candidato porque ve venir el castañazo que, por su culpa, se van a dar todos los aspirantes territoriales en 2027.
La disidente del sanchismo lleva mucho en política: en 1999 se convirtió en concejal y desde 2023 es alcaldesa de su ciudad y sabe que dentro de dos años puede recibir en su cara la torta que los electores destinarían, si les dejaran, al presidente del Gobierno. Tras la debacle de 2023, ella y los alcaldes socialistas de León y Soria pudieron mantenerse en pie. Peor suerte corrió, por ejemplo, el candidato de Segovia, o el de Burgos o el simpar exregidor de Valladolid, Óscar Puente. Precisamente el mismo que hace unas semanas escuchó muy irritado las críticas de Andrés contra su Amado Líder. Pero ella no se amilanó y secundó los reproches de Page, contra el que cargó el ministro de Transportes. Por si fuera poco, la alcaldesa ya tenía sus propias cuentas pendientes con Puente, con el que mantiene una falta de sintonía que viene de lejos.
El ministro de Transportes, Óscar Puente, el pasado 1 de julio
Y es que el proyecto de Adif para la línea del AVE a Cantabria, que va a hacer imposible el soterramiento de las vías del tren, tiene muy enfadada a la regidora. La alcaldesa sostiene que la cicatriz que van a dejar las vías en los barrios de la ciudad será insalvable y quiere paralizar los trabajos: «Cuando se llega a los despachos ministeriales, se pisa muy poco la calle y se está apartado de la realidad», le espetó en un acto de partido a Puente. Eso sí, aunque ha intentado que se tomen medidas cautelares, la Audiencia Nacional las ha rechazado. Con el otro Óscar del Gobierno, López, también las ha tenido tiesas cuando el fallido aspirante a presidir la Junta de Castilla y León intentó maniobrar en el aparato regional.
Al igual que el presidente de Castilla-La Mancha, la dirigente palentina se muestra abochornada por el escándalo de corrupción que llevó a Santos Cerdán a Soto del Real. La alcaldesa se molestó mucho con la filtración de los cruces de palabra que se produjeron en Ferraz y se malició que «parece que solo se filtran las declaraciones que interesan y quien lo hace sabrá por qué». Pero su desacuerdo con la política de pactos de Moncloa es ya antigua. Para Andrés, «no hay nada más alejado del socialismo que los nacionalismos» y siempre se ha puesto enfrente de las cesiones a los independentistas.
Eso sí, la aguerrida alcaldesa nunca ha demostrado demasiado acierto en sus apuestas internas. En las primarias de 2014 defendió a Eduardo Madina y en las de 2017, su apoyo se lo llevó Susana Díaz. Es decir, nunca ha apostado por Pedro Sánchez que, sin embargo, fue el ganador en los dos envites. Contra ella arremetió hace años la fontanera socialista, Leire Díez, que la acosó desde las redes por ponerse del lado de la presidenta de la Junta de Andalucía. Otra medalla para colgarse: que lady cloacas la distinguiera con sus ataques.
Pero las discrepancias de Miriam Andrés no son únicas en la federación de Castilla y León, que ve cómo se agrietan sus estructuras por la corrupción en Ferraz. Hay dos posiciones: la de los que defienden a Sánchez contra viento y marea y la de los que sintonizan con la preocupación de la alcaldesa palentina. Entre los primeros están los dos Óscar, pero con Miriam se alinea el alcalde de León, ciudad que es ya un polvorín, donde los tentáculos de Santos Cerdán y la sombra de un pucherazo son cada vez más oscuros. Allí se espera a Sánchez entre el 12 y el 14 de septiembre, desde donde arrancará el próximo curso, que se presume caliente.
El candidato regional, Luis Tudanca, también está en la cuerda floja. A su jefe le recordó, cuando quiso moverle la silla, que «no quiero pensar que Pedro pretenda que los liderazgos se decidan de arriba abajo». Algo parecido a lo que opina la réplica de Page en Palencia: «Ferraz tiene que hacerse mirar la interpretación de los estatutos y dejar de usar al partido para poner y quitar barones territoriales a su antojo». Poco a poco, los disidentes que no le deben la nómina a Pedro sino a sus electores van alzando la voz.