El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz
Balance Judicial
García Ortiz, historia del juicio contra el fiscal general del Estado: un año de instrucción para «cerrar el círculo»
El titular del Ministerio Público se sentará en el banquillo, en el Tribunal Supremo, a partir de este mismo lunes aunque su declaración no llegará hasta el día 13 de noviembre, en la última vista
El Tribunal Supremo (TS) ha venido dedicando parte de su último año, bajo la batuta del magistrado Ángel Hurtado, en la instrucción de la causa especial contra el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por un presunto delito de revelación de secretos de la situación fiscal de Alberto González Amador, la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
Las pesquisas contra el titular del Ministerio Público se prolongaban durante algo más de ocho meses largos a los que, posteriormente, hay que sumar los tiempos de recursos, actualización de escritos y agenda, hasta llegar a la celebración de las vistas que arrancan este lunes en la sede del Alto Tribunal. Una línea temporal en la que no han sido pocos los acontecimientos que le han llevado hasta el juicio oral, por primera vez en la historia de nuestro país. Y, todo ello, en el ejercicio de una «normalidad ficticia» porque se han negado a dimitir de su cargo, pese al «deterioro» institucional al que su posición ha venido sometiendo a la Carrera.
El periplo para Álvaro García Ortiz arrancaba, sin saberlo, el día 24 de enero de 2024, fecha en la que el empresario González Amador comunica a su abogado, Carlos Neira, que Hacienda remitirá a la Fiscalía el expediente inspector abierto por las declaraciones tributarias de una de sus empresa, Maxwell Cremona, por los ejercicios 2020 y 2021, al considerar que pueden revestir entidad delictiva. Así las cosas, cliente y letrado se reúnen el día 30 para decidir sobre la mejor estrategia procesal. Será en ese momento cuando el abogado le explique al novio de Díaz Ayuso las «dos alternativas» posibles: dar la batalla legal y judicial u optar por la vía rápida del pacto con la Fiscalía. González Amador autoriza la negociación de un acuerdo de conformidad, con voluntad de pago inmediato y arreglando las cosas lo antes posible.
La propuesta de un acuerdo a la Fiscalía
Mandado y autorizado por su cliente, Neira envía al correo genérico de la Fiscalía de Delitos Económicos de Madrid, con copia a la jefa del mismo, Virna Alonso, y a un abogado del Estado, un 'email' donde se ofrece, en nombre de su cliente, a reconocer dos presuntos delitos -uno de falsedad documental y otro por fraude- a cambio de un pacto.
El mail será respondido por el fiscal Julián Salto, en un primer momento encargado del caso de González Amador, tanto para informarle de que él ha sido asignado al caso, de acuerdo con las normas de turnos de la Fiscalía y que, a partir de entonces, toma las riendas del mismo y, por supuesto, nota de la oferta.
De tal suerte que la investigación, que hasta ese momento se había llevado a cabo primero en Hacienda y después en Fiscalía, salta a los juzgados de instrucción de Madrid, ubicados en Plaza de Castilla, tras la formulación de una denuncia formal contra el empresario por parte del Ministerio Público. La encargada de asumir dichas pesquisas será la jueza Carmen Rodríguez Medel, titular del número 19 quien, pese a que durante la instrucción se ha jubilado, tomó la decisión de procesarle formalmente.
El aciago mes de marzo
Sin embargo, no será hasta el mes de marzo de 2024 cuando la situación procesal del novio de Ayuso trascienda a la opinión pública a través de la prensa. Y es que, de acuerdo con su declaración como testigo en el Supremo, que tendrá que reeditar en los próximos días, uno de los periodistas citados, habría recibido, el día 6 de marzo, una tanda documental sobre las pesquisas a González Amador que, supuestamente, incluyeron tanto el expediente de Hacienda, como la denuncia de Fiscalía y los citados correos electrónicos cruzados entre Neira y Salto.
Apenas un día después, el 7, la Fiscalía Provincial de Madrid informa, mediante un correo electrónico firmado por su jefa, Pilar Rodríguez, de la existencia de una investigación relevante, al teniente fiscal de la Secretaría Técnica de la Fiscalía General del Estado (FGE), Diego Villafañe. Se trata de una empresa «relacionada con la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid» rezaba el mensaje contenido en la «dación de cuenta» de los asuntos relevantes.
Precisamente, a las 7:09 horas del 8 de marzo, Villafañe le pide a Rodríguez por WhatsApp que le envíe la documentación completa porque no está bien escaneada. «Me pongo con ello», contesta ella. Al mismo tiempo, Rodríguez envía otro mensaje a las 10:22 horas, dirigido a García Ortiz: «Hola, Jefe. A tu disposición». Según la secuencia de textos recuperados del móvil incautado a la fiscal provincial de Madrid, a las 16:13 horas Villafañe le agradece que haya completado el envío.
Será el 12 de marzo, a las 6:01 horas cuando el primer medio digital publique las informaciones que, internamente, ya se conocían en el seno de la Fiscalía: «La pareja de Ayuso defraudó 350.951 euros a Hacienda con una trama de facturas falsas y empresas pantalla».
De hecho, llama la atención que la noticia incluye datos concretos que se corresponden con la denuncia de Fiscalía y el informe de Hacienda. Ante semejando escenario, a las 8:50 horas de ese mismo día, el fiscal Salto envía un correo al abogado Neira donde le informa de que el día 5 de marzo se presentó denuncia pero que «no será obstáculo para poder llegar a un acuerdo». Quince minutos después, a las 9:09 horas es Neira quien le envía a González Amador por WhastApp un pantallazo de ese correo donde le dice: «He recibido un correo del fiscal. Parece que todo sigue en pie».
A esa misma hora, el novio de Díaz Ayuso reenvía dicho pantallazo a Miguel Ángel Rodríguez, jefe de gabinete de la presidenta madrileña. Según declaró González Amador ante el Supremo, ante la pregunta de si podía difundirlo, él contestó: «Haz lo que consideres». Una autorización, como mínimo, implícita, que desvirtuó, desde un primero momento, el intento del entorno de García Ortiz por apuntar hacia el de Díaz Ayuso y González Amador como único causante y responsable de las filtraciones.
Las sospechas del socialista Lobato
El 13 de marzo, Pilar Sánchez Acera –entonces directora de gabinete de Óscar López, en ese momento jefe de gabinete de Pedro Sánchez– reenvía al ex secretario general del PSOE de Madrid, Juan Lobato, las informaciones relativas al novio de Díaz Ayuso, señalando que el secretario de Estado de Comunicación, Francesc Vallés, le había dicho que estuviese pendiente «porque va a ir esto a más». Eran las 08:51 horas de ese mismo día cuando Lobato avisa al director del gabinete de su Grupo Parlamentario en la Asamblea de Madrid, David del Campo, un mensaje en el que le indica que «Santos» le ha llamado y que «Pedro va a pedir ahora a Feijóo q dimita Ayuso». «Y que lo pidamos nosotros tb», añade. Arrancaba, en aquel preciso momento, una cascada de maniobras que llevarían a la dimisión de Lobato, previo registro notarial de todo lo que había pasado.
A las 21:54 horas, mientras tanto, la fiscal jefe de Madrid, Pilar Rodríguez escribe por WhatsApp a García Ortiz para preguntarle a qué cuenta de correo electrónico le reenvía los «correos cruzados de Julián y el abogado». A lo que, como desveló en exclusiva El Debate, y posteriormente confirmaron las averiguaciones de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, García Ortiz le responde a las 21:59 horas que a su cuenta personal de Gmail.
Envuelto, ya, en la vorágine del asunto González Amador, García Ortiz vuelve a contactar con Pilar Rodríguez a las 23:01 horas porque le falta un correo electrónico de 5 de marzo, que «le manda Julián al abogado». «Pídeselo, por favor», le indica el titular del Ministerio Público a su subordinada en Madrid.
Una indicación que lleva a Rodríguez, a su vez, a las 23:08 horas a solicitárselo a Salto, sin éxito. Cabe recordar que, esa noche, el fiscal encargado del caso se encontraba en el estadio Metropolitano de la capital, asistiendo a un encuentro de Champions del Atlético de Madrid. Así las cosas, Rodríguez acude a las 23:11 horas a la jefa de la Fiscalía de Delitos Económicos de Madrid, Virna Alonso.
Mientras tanto, García Ortiz ya trabaja en la nota de prensa de la Fiscalía que quiere «ganar el relato» frente a las publicaciones que estaban circulando sobre la propuesta de pacto de la Fiscalía al novio de Ayuso. Y, por ello, a las 23:12 envía a Pilar Rodríguez un borrador de la comunicación que estaba elaborando el 'equipo de Fortuny' y le pide que ella y la fiscal Virna Alonso que la revisen y le digan si está correcta «en el fondo». La fiscal jefa provincial de Madrid así lo hace y traslada el visto bueno de ambas a las 23:24 horas: «Las dos pensamos que está perfecta (...). Aunque dan ganas de incorporar un poquito de cianuro». En ese momento, la fiscal jefe de la Comunidad de Madrid, Almudena Lastra, que se ha dado cuenta de lo que pasa, se desmarca del asunto y apunta a su compañera un escueto: «Lo van a filtrar».
Ajena a la observación, en paralelo, Rodríguez insiste a Salto con un segundo Whatsapp fechado a las 23:20 horas para que le mande, también, otro 'email', el del 12 de marzo donde comunicó al abogado de González Amador que el caso estaba judicializado. Finalmente, a las 23:36 horas Salto informa a Rodríguez de que no hay ningún 'email' de 5 de marzo y le dice que le ha reenviado el solicitado del día 12. «No me ha llegado», replica.
Siete minutos más tarde, García Ortiz insiste a Rodríguez en que le reenvíe el correo del 12 de marzo «en cuanto» lo tenga. «Lo necesitamos para cerrar el círculo», apremia. De nuevo Salto insiste a su jefa, a las 23:44 horas en que ha vuelto a reenviarlo y, entonces, confirmado que lo tiene en su poder, a las 23:46 horas, Rodríguez se lo reenvía a García Ortiz. «Ok», responde él. De esta forma, ya tiene la cadena completa de 'emails' entre Salto y la defensa de González Amador, que han llevado de cabeza a la Fiscalía en los últimos días y esa misma noche.
La 'operación de Estado' con Moncloa
El 14 de marzo, el día después de la vorágine, con la nota de prensa de la Fiscalía en el horno, la socialista Pilar Sánchez Acera, entonces jefa de Gabinete de Óscar López, insta al que fuera líder del PSOE en Madrid, Juan Lobato, a utilizar el correo privado de la pareja de Ayuso como munición contra ella en una sesión de control parlamentario de la Asamblea autonómica.
Este documento le fue entregado a Lobato a las 08:29 horas, de ese mismo día, sin la marca de agua de ningún medio de comunicación, algo que le llamó la atención al exdirigente socialista, quien de inmediato preguntó cómo había llegado hasta ellos aquella carta del abogado de González Amador en forma de pantallazos.
Sánchez Acera le confirma a las 08:35 horas que «se puede sacar», en referencia a un mail confidencial de la pareja de su rival política en el parlamento regional, para preguntarle a Díaz Ayuso: «¿Quién miente: usted o su novio?». Ante esto, Lobato repregunta: «¿Pero se ha publicado en algún sitio esta carta? No tiene fecha». Y añade: «La carta cómo la tenemos? ¿Se ha publicado en algún medio?». Sánchez Acera despeja la cuestión con un parco «porque llega». «La tienen los medios», asegura sin concretar.
A continuación, son ya las 08:38 horas, Sánchez Acera añade que «vamos a verlo», en plural, «para que estés más respaldado». «Si es así. Te lo digo. Si no. La tienes en la retaguardia», apostilla la jefa de Gabinete de Oscar López al líder del PSOE madrileño. Lobato recoge el guante e insiste: «Sí, porfa. Es buena para explicar en la rueda de prensa con la propia carta. Pero la necesito diciendo de dónde la saco. Porque si no parece que me la ha dado la Fiscalía».
Sánchez Acera vuelve a la carga a las 08:45 horas, midiendo los tiempos: «A qué hora tienes a las 10.00, ¿no?». «Salimos todos a esa hora ahora. Hoy salgo yo el primero. Y luego cada diez minutos los demás. Antes eran antes del control. Ahora después», precisa Lobato. A lo que tres minutos después, Acera confirma: «Va a salir para el control. No a las 11. A las 11 ya habrá salido todo el mundo con ella. Pero te aviso cuando salga», tranquiliza la dos de Oscar López a su compañero. «Ok», replica Lobato.
Serán las 09:20 horas cuando Sánchez Acera haga llegar a Lobato el enlace del El Plural con la noticia publicada sobre los datos de correo del novio de Ayuso pidiendo un acuerdo con la Fiscalía y, por primera vez, publicado el pantallazo de la comunicación que, hasta entonces, sólo se había divulgado transcrita. «Ya está», le confirmó la alto cargo de Moncloa al entonces secretario general del PSOE madrileño que, por estos tejemanejes, y tras exhibir el documento en sede parlamentaria, ese mismo 14 de marzo, acabaría dimitiendo de su puesto algún tiempo después.