El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno durante la ceremonia de entrega de medallas del Día de Andalucía
El Gobierno de Juanma Moreno compite en feminismo con la izquierda
El Ejecutivo autonómico del PP y Cs aprueba en Consejo de Gobierno el «Plan Estratégico para la igualdad de mujeres y hombres en Andalucía 2022-2028»
Juanma Moreno se ha decidido a competir en feminismo con la izquierda. Este martes, día en que habitualmente se reúne el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía, y 8 de marzo, el Ejecutivo que preside el dirigente popular ha aprovechado la jornada para aprobar en la reunión una declaración institucional con motivo del 8-M y un «Plan Estratégico para la igualdad de mujeres y hombres en Andalucía 2022-2028».
Ya ayer lunes, en el acto de entrega de los Premios Meridiana 2022, el presidente de la Junta hablaba de «terrible brecha de desigualdad entre mujeres y hombres» y de «doblegar inercias y comportamientos latentes que las nuevas generaciones siguen reproduciendo». De igual modo, la consejera andaluza de Igualdad, Rocío Ruiz, afirmaba que en el feminismo «cabemos todos y todas»; «los hombres son nuestros aliados», sostenía.
Así, en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno, celebrada hoy en el Monasterio de la Rábida, en Palos de la Frontera (Huelva), Juanma Moreno, acompañado de su vicepresidente, Juan Marín, ha presumido de plan para «reducir la brecha de género». El dirigente andaluz ha explicado que «se trata de una estrategia común, un nuevo instrumento jurídico para todas las consejerías, sus entidades instrumentales, las universidades públicas y las entidades locales». «El objetivo es lograr una igualdad plena y efectiva», ha expresado.
Además, el presidente de la Junta de Andalucía ha destacado que su Gobierno ha aumentado el presupuesto del Instituto Andaluz de la Mujer, con «una partida récord» de 44,1 millones de euros en 2021, y «se ha ejecutado todo»; ha «reforzado el teléfono de atención a las mujeres», ha «duplicado el presupuesto para atención psicológica para hijos y familiares de mujeres víctimas de violencia», ha «incrementado las subvenciones a asociaciones que luchan por una igualdad real y contra la violencia» o ha «creado una ventanilla única para las víctimas de violencia de género».
La rabia de la izquierda
En consecuencia, y como ya ocurriera en el 28-F, la izquierda, en particular el PSOE-A, ha mostrado su rabia ante las iniciativas del Ejecutivo autonómico por el 8-M. La portavoz socialista en el Parlamento de Andalucía, Ángeles Férriz, ha censurado el «disfraz de feminista» de Juanma Moreno, al que ha reprochado personalmente que haya usado «como moneda de cambio para mantener un sillón» a las mujeres, quienes habrían «sufrido recortes» en «tres años de Gobierno de derecha y extrema derecha».
«Cuando llega el 8-M, no vale con colocarse un pin o hacer un anuncio», ha aseverado Férriz, muy molesta con Moreno. Sin comerlo ni beberlo, el presidente andaluz ha desquiciado a la izquierda, a pesar de haber asumido sus presupuestos ideológicos; porque no se trata del qué, sino del quién. En el feminismo, pues, no cabrían todos.
Vox, contra la «farsa feminista»
Tampoco todos quieren participar de este feminismo. Vox ha tachado el 8-M de «farsa feminista». Así lo ha manifestado la portavoz adjunta del partido de Santiago Abascal en el Parlamento de Andalucía, Ángela Mulas, quien ha acusado al Ejecutivo autonómico y la «izquierda radical» de querer «colectivizar a la mujer y no pensar en los problemas que hay que solucionar realmente».
Vox no está «de acuerdo con esa guerra innecesaria de sexos entre hombres y mujeres que está propagando la izquierda permanentemente con estas políticas feministas», ha señalado Mulas. En cambio, tiene claro que «existe violencia contra la mujer, pero también contra todos los miembros de la familia».
Por consiguiente, la formación presidida por Santiago Abascal aboga por «una ley de violencia intrafamiliar, que no discrimine ni criminalice al hombre por el hecho de ser hombre». Ángela Mulas ha advertido, por último, de que «todas las subvenciones a las asociaciones feministas desaparecerán» cuando Vox llegue a San Telmo.
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