El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el expresidente del Gobierno, Felipe González, durante su participación en un acto para conmemorar el 40 aniversario de la victoria electoral de 1982

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el expresidente del Gobierno, Felipe González, durante su participación en un acto para conmemorar el 40 aniversario de la victoria electoral de 1982EFE

40.º aniversario de la primera victoria socialista

Sánchez y González acusan al PP de incumplir la ley por no renovar el CGPJ pero silencian la rebaja de la sedición

  • Celebran la victoria del PSOE en 1982 con el plante de Guerra y siete barones: Lambán, Barbón, Armengol, Page, Puig, Concha Andreu y Chivite faltan a la cita

Pedro Sánchez y Felipe González han celebrado en Sevilla los 40 años del triunfo electoral de 1982 cargando contra el PP y con notables ausencias. La primera fila del auditorio principal del Fibes estaba reservada para el exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra, el expresidente de la Junta de Andalucía Manuel Chaves (condenado en el caso ERE) y el resto de los cabezas de lista socialistas por cada provincia andaluza en las generales del 82. Sin embargo, Guerra ha dado plantón a Pedro Sánchez.
Los dirigentes autonómicos de Aragón, Javier Lambán; Asturias, Adrián Barbón; Baleares, Francina Armengol; Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page; la Comunidad Valenciana, Ximo Puig; La Rioja, Concha Andreu, y Navarra, María Chivite, tampoco han acudido al acto. El único barón que no ha faltado a la cita ha sido el extremeño, Guillermo Fernández Vara, además del secretario general del PSOE andaluz, Juan Espadas.
Sánchez ha lanzado una andanada contra el PP, al que ha acusado de incumplir la ley por romper la negociación para reformar el CGPJ. Sin embargo, no ha habido ninguna referencia al pacto con el independentismo catalán para reformar el delito de sedición. Sánchez ha señalado que «incumplir sin pudor la Constitución es la derrota de la moderación y el triunfo del extremismo, deteriora la democracia y la convivencia». Ni una sola palabra sobre la rebaja del delito de sedición, a petición de ERC, que ha paralizado la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Ni sobre la ley trans. Ni sobre la Ley de Memoria Democrática.
Todo ello surgió a raíz de la victoria del PSOE de Felipe González en las elecciones generales de 1982, cuyo 40.º aniversario se conmemoraba este sábado en Sevilla, cuna de González. La efeméride se celebraba en el Palacio de Congreso y Exposiciones de Sevilla (Fibes), por todo lo alto pero a puerta cerrada, a fin de evitar imágenes como las que se produjeron en la anterior visita de Pedro Sánchez a la capital hispalense.

Memoria histórica

Felipe González ha hecho un poco de ‘memoria histórica’. «La memoria de cada uno es muy peculiar. Por tanto, yo no pretendo decir la verdad, sino cómo lo viví». El expresidente del Gobierno, la amenaza de un golpe de Estado previo a las elecciones y el asesinato del general Lago (días después de los comicios) han estado presentes en el discurso de González, que ha lamentado que Guerra no haya asistido al acto y también ha presumido de «modernización».
El expresidente del Gobierno ha reivindicado el papel de Ernest Lluch en la implantación del sistema nacional de salud. «ETA le pagó asesinándolo», ha subrayado. Asimismo, ha señalado la «degradación» de la educación concertada, como ocurre, a su juicio, con la fiscalidad, que «hace falta darle un repaso de arriba abajo». «La redistribución del ingreso sigue siendo injusta y genera desigualdad: es una tarea pendiente».

El Estado autonómico

«Descentralizar políticamente España le ha venido muy bien a su desarrollo», ha afirmado Felipe González respecto al Estado autonómico, con el que tiene «algunas discrepancias». «Centrifugar el poder para enfrentar unos con otros no le viene tan bien», ha añadido.
González ha animado a «recuperar» la idea de que «lo que nos identifica como país es el paquete de ciudadanía: derechos y obligaciones para todos por igual». Un mensaje dirigido al independentismo: «Si a uno no le gusta una ley, tiene derecho a cambiarla; pero no tiene derecho a incumplirla. La prioridad número uno es la convivencia».

Heredero de Pablo Iglesias

Por su parte, Pedro Sánchez ha agradecido la «modernización» contra la desigualdad que impulsó Felipe González durante 14 años. Para Sánchez, la «historia triste» de España acabó el 28 de octubre de 1982. El presidente del Gobierno ha echado la vista más atrás para reivindicar, además, a Indalecio Prieto, Juan Negrín o Pablo Iglesias Posse. Él es su heredero.
El aborto o el matrimonio igualitario son «derechos conquistados» por los socialistas, según Pedro Sánchez, que espera que la sociedad «abrace» también la eutanasia. «Nosotros no sólo conquistamos derechos, queremos que arraiguen en toda la sociedad española».

La Unión Europea

El presidente del Gobierno también ha defendido el papel de la Unión Europea. «Por interés —ha reconocido—, pero sobre todo por convicción». España tiene «fuerza» en Europa, según Sánchez, por Gobierno «europeístas» como el de González, el de Zapatero y el suyo.
«Con la pandemia se ha recuperado esa Europa por la que siempre trabajaron las fuerzas socialdemócratas, solidaria y no egoísta», ha afirmado Sánchez, que ha censurado el «egoísmo neoliberal» y el «supremacismo del norte», que ha mandado a Liz Truss «a su casa». Por el contrario, «España marcha con paso firme». ¿Hacia dónde?

Somos el partido que más se parece a EuropaPedro SánchezPresidente del Gobierno de España

Pedro Sánchez ha ensalzado la figura de Alfredo Pérez Rubalcaba, a quien imputa la «derrota» de ETA «sin pagar precio político alguno». Y también ha parafraseado a José Luis Rodríguez Zapatero: «Somos el partido que más se parece a España». Al respecto, Sánchez ha añadido que «el PSOE es el partido de España que más se parece a Europa».
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